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viernes, marzo 29, 2024

Del Mundial y los deportes: Reflexiones epistemológicas

Por: Christian Marquina

Hace un par de días re-encontré un maravilloso “Paramita” (pensamiento trascendental) citado por el Dr. David Juan Ferriz Olivares, quien lo rescata del gran epistemólogo francés Gastón Bachelard. Este dice: “EL ESPÍRITU DE LA VERDAD ES LA SUMA DE LAS IDEAS VERIFICADAS”.

Lo traigo a colación para – en vistas a la final del ‘populoso’ mundial de fútbol- ofrecer unas reflexiones epistemológicas, es decir: reflexiones que incluyen un análisis multidisciplinario de los factores que determinan el surgimiento y transformación de una idea o de una vida en el devenir del tiempo; análisis que toma en cuenta una “suma de ideas verificadas”; para llegar dialécticamente al espíritu (el estado más elevado, causal y esencial) de la verdad de este mundial y de los deportes en general en nuestro mundo de hoy.

Primero puedo decir que, al ver cómo mayorías se entregan fervientemente a las emociones desatadas por las competencias, recuerdo que –desde el punto de vista de la cosmobiología sociológica- vivimos aún impregnados del espíritu deportivo y de competencia surgido en la Era de Aries (hace 4000 años) en las culturas griegas, inca, azteca, samurái, etc. En otras palabras la humanidad ya tiene bien interiorizada la vivencia del “espíritu deportivo y de competencia” basado en la valoración de la fuerza física y mental, el honor, las leyes y castigos, la justicia honorable, los retos y otras virtudes exaltadas en esa era militarista y que nos ha legado como una herencia mental plenamente asimilada hoy en día. Eso significa que a la humanidad ya no le cuesta identificarse las vivencias de competir para vencer obstáculos o luchar virtuosamente por el honor.

Sin embargo este espíritu de lucha y honor exaltado desde hace 4000 años ha pasado también por la era de piscis (iniciada en el año del nacimiento de Jesús el Cristo y finalizada en 1948) una era caracterizada (en lo ‘negativo’) por las cualidades piscianas de contradicción, ingenuidad y creencia ciega, situaciones ocultadas, enemigos ocultos, intrigas, apego al sufrimiento, tendencia a las disfunciones mentales y emocionales, desbalance entre razón y emoción, sueños, fantasía y poco sentido de la realidad objetiva, aislamiento, ideales irrealizados, frustraciones, etc. Estas vivencias propias de la era negativa de Piscis han impregnado el espíritu deportivo, de lucha y de fuerza que venía de la era positiva de Aries, otorgándole esas nefastas cualidades por las cuales vemos hoy el futbol y los deportes en general sumidos muchas veces en escándalos de intrigas, cartas bajo la mesa, acuerdos poco honorables, materialismo, egocentrismo (competir solo para ganar), dopajes, trampas, emociones descontroladas, patrioterismos chauvinistas, CORTINAS DE HUMO, etc.

Hay para esas emociones desbordantes que generan los deportes populosos, también una explicación psicológica desde el punto de vista de los “arquetipos” de Carl Jung. En este caso el arquetipo del HEROE. Me explico: todas las personas tenemos un ESPIRITU que aguarda salir a luz, anhela intensamente ser expresado, ser realizado. Como dice Santiago Apóstol: “EL ESPÍRITU QUE ÉL HA HECHO MORAR EN NOSOTROS NOS ANHELA CELOSAMENTE”. Y la misión eterna de cada hombre y mujer de este planeta es la auto-realización de su SER SUPERIOR amalgamando su alma con el ESPÍRITU, en las bodas supremas del descubrimiento del hombre y mujer trascendentales.

Debido a las condiciones anormales de vida (rutina fisiológico-material, vida sin ideales superiores, profano automatismo vivencial, existencia pre-fabricada) en la que hemos caído especialmente durante la obscurantista era de Piscis, esa misión de auto- realizar nuestro SER a través de una labor trascendental para la humanidad, HA SIDO OLVIDADA y sepultada. SIN EMBARGO el espíritu sigue ANHELÁNDONOS CELOSAMENTE y según Pablo Apóstol: con GEMIDOS INDECIBLES (!!) sin que lo atendamos, distraídos por miles de factores (religiosos, sociales, etc.) que nos mantienen encarcelados como en la “matrix” de la famosa película.

Entonces, ese HEROE no realizado que casi todos tenemos dentro, canaliza su frustración como en una TRANSFERENCIA psicológica hacia los héroes del deporte (y mucho más también en las vivencias ficticias de los juegos de video, donde somos los héroes virtuales que en la vida no podemos ser), los héroes de papel de la televisión, cine, “arte”, etc. generando un apego multitudinario y grandes ganancias financieras a quienes saben utilizar esa falta de realización espiritual verdadera que vive la mayoría de la humanidad condicionada mentalmente por la ignorancia y el miedo.

Esperemos pues, que las características del espíritu de esta nueva era Aquarius (la era del Saber, equilibrio y armonía) impregnen saludablemente con el énfasis al trabajo en equipo, la solidaridad y no competitividad sin sentido, la CULTURA FÍSICA sin bajas intenciones y el énfasis en la evolución integral hacia la sabiduría de vida. Cursos en Tarapoto: Jr. Rioja 218. Tlf. 525760.

 

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