Por: William Gallegos
Habiéndose oficializado las candidaturas para la presidencia del Gobierno Regional de San Martín para el período 2015-2018, muchas son las opiniones y las percepciones de la gente sobre quienes postulan, que van desde el figuretismo hasta los deseos de disfrutar de un periodo de gloria efímero que da el poder político.
Todos tenemos nuestras propias percepciones sobre los candidatos. No tengo mucha relación y menos una vinculación con muchos de ellos. Por principio, nunca he tenido conductas cortesanas y si alguna vez me he vinculado con algunos presidentes regionales, era por el nivel de personas que tenían, y a dos de ellos les estoy agradecido eternamente por haberme invitado a ser parte de sus gestiones. Y es de justicia reconocerlo.
La región San Martín desde la gestión de Max Henry Ramírez García ha delineado su norte, que está referido al tema ambiental –recordemos su posición sobre las concesiones forestales, que fue apoyado por la AMRESAM, cuando lo presidía Wilian Alberto Trigozo Ríos– y que, como política regional, ha sido claramente delineada por César Villanueva Arévalo cuando se estableció la ruta de San Martín como la Región Verde, aunque, lamentablemente, no tuvo el compromiso e involucramiento de los funcionarios regionales ambientales, que prefirieron mirar a otra parte.
Queremos que los candidatos sean personas sanas y confiables, si nos atenemos a sus cualidades personales. Pero, recogiendo la sugerencia de Karina Roncal Alva, coincido cuando pide que “hay que poner un límite a la mentira política”. Agregaría a lo citado, el de pedirles tener posiciones sinceras, maduras, reflexivas y que dejen de lado esas posiciones antagónicas, como algunas veces hemos escuchado a algunos con sus declaraciones destructivas y que dan vergüenza ajena. Porque si la Región San Martín ya tiene un derrotero, solo nos toca afianzarlo, reforzarlo y consolidarlo. No podemos ir desandando los caminos para comenzar nuevamente.
Recogiendo también las opiniones de Lenin Quevedo Bardález, es necesario que los candidatos conozcan el tema de la gestión territorial. Porque ese es el espacio para el que deberán tomar las decisiones políticas, muchas de ellas que rompan esquemas. Ya no esas “alternativas populistas con la finalidad de captar votos”, agrega el conocido periodista. Pues, en verdad, que no nos vengan con máscaras, con actitudes campechanas calculadas, porque la falsedad y el transfuguismo en la política regional deben terminar. Los candidatos deben ser decentes y con actitudes demostradas de hombría: no esos pusilánimes que, por su cobardía y su medianía, usando medias verdades calumnian a la gente en medio de sus conflictos políticos.
Un saludo cordial a los candidatos regionales. No todos nos simpatizan, por cierto. Esperamos de ellos que actúen con honestidad, integridad y con capacidad para rodearse de la gente idónea y adecuada. Sean honestos, valientes y audaces, y que ´debajo de sus pechos no latan corazones de modistillas´, recogiendo una cita de Guy Bretón.