Julio Quevedo Bardález
La fiesta patronal Virgen del Carmen ya está arraigada en el pueblo. Este evento religioso anual, se celebra en Saposoa por ejemplo del 8 al 16 de julio. Esta fiesta religiosa se impregna en el código genético y en los ardientes corazones de las personas, desde las etapas infantiles y juveniles, cuando las instituciones educativas primarias y secundarias asisten a las maravillosas misas, con petitorios, con jugosas ofrendas, ataviadas de coloridas vestimentas, al ritmo de melodiosas danzas. Los niños y jóvenes danzan en las Novenas nocturnas, rodeados de masa popular, donde los Cabezones o personas del pueblo sirven café o upe calientes, con tortillas o pan de yema. Otras familias distribuyen recuerdos de la Virgen del Carmen.
Las cabezonías, son las responsables de organizar la fiesta patronal en coordinación estrecha con la Iglesia Matriz. La primera prioridad de participación de la gente es la asistencia a Misa, todas noches de la fiesta patronal. Cada cabezonía tiene asignada participar una noche, con la banda de música, con las ofrendas, con la Lectura de la Palabra de Dios y si es posible con el compartir. Además de las cabezonías, las familias, personas naturales, instituciones, organizaciones diversas, se ofrecen participar en una de las noches, con lo que estime conveniente. Las cabezonías, tienen sus centros de operaciones, donde expenden chicha de maíz las veinticuatro horas del día, uvachado, baile social para el público mayor después de las novenas religiosas, algunas distribuyen desayunos, almuerzos y hasta cenas, a las personas que asisten. Cada cabezonía difunde artesanía y antigüedades del pueblo, colocadas adecuadamente en su local y tiene un conjunto típico exclusivo, que ameniza las veinticuatro horas del día. El conjunto típico le da la característica sonora al ambiente y está conformado por tres integrantes: Clarinetero, tamborista y bombista. Generalmente, el clarinete es reemplazado por el saxofón para los bailes nocturnos. Muchos manifiestan que en estas fiestas se producen los encuentros de personas y un buen porcentaje termina en pareja o en inicios de gestación.
La llegada de los turistas se da desde los primeros días de julio. La mayoría de visitantes es natural del pueblo, que ahora vive en otras ciudades y países, llega acompañada de sus parejas y nuevas familias. El movimiento del pueblo se acrecienta y las ventas comerciales se multiplican; las Misas están abarrotadas. ¿Por qué llegan estas personas desde lugares lejanos? Porque la fiesta patronal está enraizada, está viva en el corazón de las personas. Porque la gran mayoría tiene FE, que la Madre de Jesús, nuestro Dios, definitivamente intercede en las cosas buenas que Dios nos concede. Esta FE es la que mueve a las personas a venir de lugares distantes, a compartir con el pueblo la inmensa alegría que lleva dentro su ser, porque seguro que han recibido la GRACIA del SEÑOR. La ingratitud no es buena, hay que dar Gracias a Dios por todo.
La fiesta patronal Virgen del Carmen, como se ve, es una fiesta religiosa y autóctona; aunque algunas personas, quizá con fines económicos, aprovechan este marco festivo, para organizar eventos diferentes y sin coordinación de la Iglesia Matriz.