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martes, abril 23, 2024

Las chacreadas sin control

Las chacreadas son actividades ya conocidas y de larga data. De los más de cinco millones de hectáreas que tiene como territorio la región San Martín, se estima que más de tres millones ya fueron deforestados, bajo la modalidad de chacreadas. Hasta antes del funcionamiento de la carretera marginal, estas actividades se hacían generalmente para la producción de autoconsumo. En aquel entonces, las familias tenían el alimento asegurado para todo el año: maíz, maní, frijoles, arroz, yuca, plátano, sacha papa, ashipa, daledale. En producción pecuaria con gallinas, chanchos y vacas. La pesca y la caza eran abundantes. Cuando el progenitor disponía que uno de los hijos varones continuaría estudiando en la capital del departamento, se engordaban y vendían capones (Chanchos castrados) o se vendían los vacunos más gordos.

La carretera marginal ha provocado una ola migratoria de grado de tsunami, convirtiendo gradualmente la agricultura de autoconsumo en una agricultura comercial. Una agricultura natural, ecológica, sana, en una agricultura química, con consecuencias serias para la salud. Antes, la agricultura era rotativa en las grandes terrenos de los agricultores; es decir, el propietario planificada las chacreadas de una hectárea en una parte, en el siguiente año en la otra parte, hasta que al cabo de doce a quince años, se volvía hacer chacra en la primera, dándole tiempo de mediana recuperación al suelo. En aquel entonces, las parcelas de los agricultores no bajaban de cincuenta hectáreas de extensión total. En la actualidad la superficie promedio de una parcela no supera las cinco hectáreas.

Los más de tres millones de montes vírgenes deforestados se dieron por supuesto en los micro valles, en ambas márgenes de las fuentes de agua (Ríos, quebradas, riachuelos, lagunas), en la mayoría de los casos hasta exterminar los bosques de las mismas orillas, provocando la muerte de miles de riachuelos y quebradas, así como la exposición al radiante sol de los mondongos del mismísimo río Huallaga. Como no se daba antes, en el sector del distrito de Buenos Aires, el fondo del río Huallaga está a la vista de todos.

Eliminados los bosques de las márgenes de las fuentes de agua, se atacaron las partes altas de los cerros, por tanto las cabeceras de los ríos, las quebradas y riachuelos. Se eliminaron los bosques de los ojos de agua.

Las chacreadas actuales se hacen solo en bosques secundarios (Purmas), porque simplemente ya no existen bosques primarios (Vírgenes). Las chacreadas o eliminación de bosques se hacen en junio y julio. En agosto se queman las chacras. En setiembre se siembran las chacras, básicamente maíz.

En los últimos tiempos, quizá debido a la ausencia de terrenos disponibles, migrantes y naturales, están haciendo chacras penetrando a terrenos de los vecinos, con muestras claras de respeto a la propiedad, apelando a la inoperancia de las autoridades del rubro. Por un lado, nadie solicita autorización para hacer una chacra. Por otro lado, ésta se hace por donde el susodicho quiere, aún a sabiendas que es en el terreno que no le pertenece.

Seguimos en la tierra de nadie en San Martín. Estamos en plena campaña electoral. Ojalá el nuevo Presidente Regional asuma su función de verdad, sin etiquetas ni falsos anuncios ecológicos. Se tiene que entender, el estado crítico en que se encuentra el medio ambiente: Con chacreadas sin control, con riachuelos y quebradas extinguidas, con ríos que más se parecen a flacas quebradas, con el río Huallaga en épocas de hambruna, con miles de animales silvestres extinguidos, con la carencia casi absoluta de maderas, con más de un millón de hectáreas sin suelos agrícolas (Áreas desertificadas), con parcelas sin bosques familiares. ¿Qué a esta altura se siga con lo mismo, con chacreadas sin control? Por favor.

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