Demás productores deben cooperar y convertir sus plantaciones en hábitat de la mariposa que la genera.

Juanjui. Nadie había previsto y cuando ya nuestra economía local y regional se veía fortalecida y dinamizada por la venta del cacao, dentro y fuera del país, apareció esta plaga que ha diezmado la producción en amplios sectores de MAriscal Cáceres donde se cultiva de manera intensiva este grano, especialmente en el valle del Huayabamba.

Si bien, se han hecho esfuerzos individuales y colectivos para afrontar esta terrible contingencia, el daño ha sido fuerte y aún la economía local languidece por falta de circulante, afectando otras esferas productivas y de servicio. ACOPAGRO, por ejemplo, tiene una especie de paquete tecnológico para combatirlo, pero sirve poco si los demás productores no hacen lo mismo convirtiendo sus plantaciones en hábitat de la mariposa que la genera.

Qué distinto sería si se hubiese implementado el CITE CACAO totalmente abandonado y sin que se haya dado un paso para implementarlo desde su pomposa y promocionada inauguración.

Esta situación ha traído como consecuencia grave la desilusión del campesino y la irremediable vuelta a la siembra de coca en sectores de la provincia.

El gobierno a través de su ministerio respectivo, hasta hoy no ha tenido una respuesta coherente ante este grave problema, pero sí la tendrá de manera represiva, que es su especialidad, cuando la coca vuelva fluir como antes por la sociedad y por las venas de nuestra juventud, especialmente.

¡Es tiempo de hacer algo¡. La advertencia está hecha desde este medio periodístico.

(Carlo Augusto Pérez Pérez)