Lo que pensamos y no decimos las mujeres
por Madame Agnetha
Llega un nuevo fin de semana y hace porquitos días que tuvimos celebraciones de fin de año… ¿Hay todavía cuerpo y ganas de celebrar?
Eso no me lo habría preguntado hace unos 20 o 10 años, pues había cuerpo para todas las celebraciones que hasta inventaba, pero así somos mientras vamos creciendo en edad.
Conversando con mi querida amiga la camarada Cuculí, hasta aveces llegamos a deprimirnos porque las fuezas se nos van yendo (fuerza-juerga), ya inventamos reuniones familiares para no tener que salir de casa. Ahora el tema familiar se hace más importante. No nos consideramos “viejas”, somos jóvenes aún, derrepente es que no nos damos cuenta y vivimos muy de prisa. No llegamos a los 40 aún, saboreamos los detalles de la vida y sí, hay veces que nos metemos el juergón del mes (ya no de los fines de semana).
¿Ganas de seguir celebrando?, pero porsupuesto, pues celebrar no es solamente meternos litros de alcohol a la sangre (aunque nunca me faltan reuniones sociales).
Celebro que aún sigo viva, con mis órganos (como el hígado) medio dañados de tanta celebra juvenil. Celebro que puedo salir cada día fuera de casa a disfrutar del sol, el viento, la lluvia. Celebro el abrazo de mis hijos y hasta la movida de cola de mi perro. Celebro la buena compañía que tengo cada día en casa, las conversas con la Cuculí y otras camaradas. Celebro los logros de mis hijos, hermanos, padres…
Para que vean hay hartos motivos para celebrar.
Creo que es mejor no planearlo todo al detalle, creo que es mejor que disfrutemos todos los días lo que se nos presenta.
Y sí… sufrimos, lloramos, peleamos, reñimos, pero sobre todas las cosas, gozamos, reimos, nos reconciliamos, aveces con nosotras mismas.
Quiero seguir celebrando, todos los días de diferente manera, no quiero esperar a mi cumpleaños para celebrar o el cumpleaños de algún amig@, quiero celebrarlo todo, hasta lo malo, porque dicen que hasta de eso se aprende. Sigamos celebrando, en el monte, en la playa, en la ciudad, en la casa y fuera de ella, en la escuela, en la taberna y en cada espacio que haga feliz a tu corazón.
Este fin de semana también celebraré, otra vez la llegada de fin de año, dónde y cómo aún no lo sé, pero de eso creo que se trata la vida, celebrar y disfrutar (sin matar el cuerpo menos el alma).
Que tengan todos y todas un excelente fin de semana.