A través del cristal
Por: Willian Gallegos Arévalo
Leo con estupor en el diario que Mardonio del Castillo Reátegui no llegó a la votación para elegir al nuevo presidente de la Asociación de Municipalidades de la Región San Martín, como tampoco llegaron otros alcaldes, con lo que se hubiera asegurado la elección de Fernando Grández Veintemilla, el proactivo alcalde de Saposoa, que le hubiera dado un cambio positivo a esta organización que necesita volver por sus fueros.
A pesar de lo que expreso en el párrafo que antecede, confieso que le tengo aprecio y simpatía a Mardonio. Con él –que es aprista disciplinado hasta la médula, aunque no creo que sea incondicional y obsecuente, mientras que yo soy un convencido demócrata– he intercambiado opiniones, criterios y pareceres. No creo que su inasistencia al cónclave de los burgomaestres haya sido intencionada y calculada, porque Mardonio me parce una persona de honor, lamentando sí que la AMRESAM haya perdido la oportunidad de recuperar su otrora prestigio, debido a esas ausencias notorias. Y si bien es cierto que las críticas de don Fernando Grández son justas y razonables, más criticable son las actitudes de los alcaldes “amazónicos”, lo que sería una demostración de inconsecuencia. Como alguna vez escribió Eloy Jáuregui: “Así no juega Perú”.
La AMRESAM fue, además de poderosa y respetada organización gremial, un foro de debate. Cuando la gestión de Arturo Maldonado Reátegui, uno de nuestros políticos más respetados, se impulsó la discusión sobre la descentralización del país, una de las agendas cruciales del gobierno democrático de Alejandro Toledo y adquiere mayor énfasis la elaboración de los presupuestos participativos. (En esos años, Mauricio Mulder, furibundo y visceral congresista aprista, amenazaba permanentemente con vacar a Toledo; hoy es uno de los más conspicuos promotores de la revocatoria de Susana Villarán). Durante la gestión de Willian Alberto Ríos Trigozo, la AMRESAM apoyó la posición política de Max Henry Ramírez García respecto a las concesiones forestales por lo que Max tiene ya un lugar de honor en la historia sanmartinense. En esos años yo formaba parte del equipo de trabajo de dicha organización.
En otro ángulo, tengo la impresión que Mardonio no estaría bien acompañado en su gestión. El anuncio del gerente del gobierno local de Moyobamba, apoyando la construcción del aeropuerto en Calzada, tiene todos los despropósitos de una falta de horizontes y perspectivas, porque ya tenemos el de Rioja. Pretender construir otro aeropuerto en la zona es no tener capacidad para el análisis prospectivo sobre el impacto negativo que dicha decisión tendrá en el escenario regional, y urge un debate. Mardonio, una persona inteligente y dialogante, necesita realizar cambios urgentes en la gente que le acompaña. Un buen equipo le hubiera asesorado convenientemente, porque las gestiones necesitan gente capaz, sincera, creativa y consecuente.
El “autogol” que hizo Mardonio en la elección de la nueva directiva de AMRESAM va a tener consecuencias políticas tremendas. Me resulta imposible creer que se haya frustrado una excelente oportunidad para la región. En otros casos, si no es éste, no sería sino la demostración de mezquindad y carencia de rumbos, que son los “méritos” de los políticos de hoy…. Estoy recontra-amargo con Mardonio.