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jueves, marzo 28, 2024

“¡HABEMUS PAPAM!”

 

Siendo ayer un día especial para gran parte del mundo occidental por la elección del Cardenal Jorge Mario Bergoglio (ahora Papa Francisco I) me uno a esa algarabía de los hermanos católicos meditando sobre diversos hechos significativos que enmarcan a este “conductor de la barca y custodio de las llaves de Pedro”.

En primer lugar es muy interesante la característica de PRIMACÍA: Es PRIMER Papa latinoamericano (más aún, sudamericano), el PRIMER Papa de cantera Jesuita y el PRIMER Papa que toma por nombre Francisco. Por otro lado, como complemento y contraparte, este Papa sería el ÚLTIMO señalado en las famosas profecías de San Malaquías, seguidas conscientemente por el mundo católico y por los Papas precedentes.

En efecto, este Papa SERÍA (hipotéticamente)  “Pedro Romano”, que sucede a “La Gloria del Olivo” (Benedicto XVI) de quienes Malaquías se refirió así: “La gloria del olivo. En persecución extrema la Santa Iglesia Romana reinará. Pedro Romano, quien entre muchas tribulaciones, alimentará a su rebaño y después la ciudad de las siete colinas será destruida y un Juez Terrible juzgara a su pueblo.”

El nombre de “Pedro Romano” podría evocar el cierre de un ciclo: El Apóstol Pedro (judío), primer Papa, y Pedro Romano (de la iglesia fundada en el imperio Romano) el último Papa de este “ciclo”. Las características de “persecución extrema” y “muchas tribulaciones” (por los escándalos de pederastia, corrupción y otros) caracterizan el ambiente que rodea estos últimos pontificados. Se espera que Francisco I tenga el suficiente espíritu de jovialidad, carisma y liderazgo apostólico para “alimentar a su pueblo”. De hecho ayer ya señalaban su espíritu humilde, risueño, y de contacto con su pueblo, como el recordado Papa Juan XXIII.

Respecto a ser el PRIMER Papa sudamericano, es muy interesante que América del Sur es el continente regente de esta Era. Expresa el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière: “La América del Sur está destinada al más brillante porvenir; ella va a acoger la élite de las otras partes del mundo y será la fuente de un esplendor y de una renovación cultural; por otra parte, debido al electromagnetismo del globo (que cambia coincidiendo con la época acuariana a partir de 1.948) el centro espiritual del mundo se establece poco a poco en la cordillera de los Andes en el mismo lugar donde hace millares de años el Santuario Supremo resguardaba a los Grandes Maestros. Evidentemente, el Continente Americano ha sido elevado hasta la mirada de la Alta Inteligencia Divina, y posee un Centro regenerador especial, como lo fue mucho tiempo el Tíbet para el Asia y por consiguiente para el mundo.”

En cuanto a ser el primer Papa de origen JESUITA, este hecho marca la tendencia propia de esta Era del Saber (aquarius) puesto que la Orden Jesuita siempre ha sido bien caracterizada por su espíritu inclusivo, vasta cultura y gran SABER. Del mismo autor leemos: “La Orden de los Jesuitas, la Compañía de Jesús, fue fundada en 1539 por Ignacio de Loyola. Casi iletrado, apasionado, impetuoso y lleno de ambición, él amaba los hechos de armas. Herido en el sitio de Pamplona fue obligado a reposar. Entonces leyó la vida de los Santos y sintió la vocación de servir a la Iglesia. Como a partir de ese momento no podía continuar formando parte de una Compañía militar, decidió fundar una Compañía religiosa. Con nueve de sus compañeros, pidió audiencia al Papa, a fin de fundar una nueva sociedad eclesiástica, (Sociedad de Jesús). DESPUÉS, LA ORDEN DE LOS JESUITAS FUE CONOCIDA EN EL MUNDO POR SU SEVERIDAD, PERO TAMBIÉN POR SU GRAN SABER. Dio leyes estrictas, una disciplina severa y luchó sobre todo contra la ignorancia del Clero…. Hizo imponer sanciones muy rigurosas contra todo lo que era llamado “herejía”, denominando así a todo lo que no se relacionaba directamente con el dogma de la religión católica romana. La Orden fue prohibida en varios países en ciertas épocas. Suprimido por Clemente XIV, el Jesuitismo fue restablecido por Pío VII en 1814. Durante las épocas en las cuales fueron desterrados por el mismo Vaticano, los Jesuitas lejos de abdicar y disolverse, fundaron Ritos Franc-Masónicos como el Arco-Real (Rito de York o Inglés), organizado en Escocia en 1777.”

Finalmente es de notar que, “a pesar de” ser Jesuita, haya elegido conscientemente (y a decir de él) el nombre Francisco en homenaje a San Francisco de Asis, fundador de la Orden de los Franciscanos, caracterizada por la humildad, el sentido pastoral de asistencia a los pobres y su amor a la naturaleza (virtud tan necesaria en la actualidad y que esperamos que este Papa impulse con especial énfasis), citamos nuevamente al Dr. Serge Raynaud: “Es con San Francisco de Asís que la religión se reconcilia con la Naturaleza. Ese gran apóstol, en cierto modo, comienza una religión de amor universal nunca conocida hasta entonces, invita a los pájaros, a los peces y a todas las plantas a una plegaria en común y es gracias a esta nueva visión religiosa que el arte ha podido progresar, en cierto modo, dentro de su camino filosófico. El mismo San Francisco de Asís cantó la gloria del agua, de los ríos, de las riveras: “Bendito sea Dios por nuestra Hermana el Agua, tan útil, tan humilde, tan casta y tan preciosa”.

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