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miércoles, abril 24, 2024

Déficit de docentes y colegios en mal estado

Volver a las aulas
“Es imposible saber cuánto han aprendido los niños en los dos últimos años « 

Más de 1.3 millones de niños, adolescentes y jóvenes indígenas del Perú estudian en colegios de Educación Intercultural Bilingüe (EIB), los problemas de conexión en las zonas más alejadas afectaron la educación virtual en casa y los objetivos de aprendizaje no se alcanzaron. Pero volver a las aulas, anunciado para el 28 de marzo a nivel nacional, no se daría en las mejores condiciones ya que la infraestructura de los colegios en la zona rural sigue siendo precaria y no se cubrirán las plazas de docentes bilingües que se requieren, según expertos. 

Desde el inicio de la pandemia, los 27 estudiantes de la escuela primaria de la comunidad Nativa Awajun de  Morroyacu, en la margen izquierda del del Rio Mayo, apenas han escuchado sus clases por radio debido a que la señal de radio y TV es débil o casi nula en la zona, y mucho menos cuentan con los servicios de telefonía e internet.  

Hace unos días, con el retorno a las aulas confirmado a nivel nacional para el 28 de marzo, el apu volvió a Moyobamba para asegurarse de que en la adjudicación de docentes se asigne un maestro para su comunidad. 

El mismo panorama se repite en toda la zona rural del país, donde solo el 5,7 % de los hogares contaba con internet y el 6,7 % tenía computadora, según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) 2019. Por ello, el retorno a clases presenciales para los pueblos indígenas es una urgencia, aunque la infraestructura de los colegios no se encuentre en las mejores condiciones.   

“Principalmente en la Amazonía observamos que los colegios no cuentan con servicios básicos de agua y desagüe”, señala Daniel Contreras, especialista en educación del Fondo de las Naciones para la Infancia (Unicef).  

“En las comunidades no hay agua potable ni electricidad y las aulas son insuficientes”, indicó el líder y docente awajún Óscar Chigkun Mayán, director del colegio Ricardo Palma Soriano de la comunidad Kinkis en la región Amazonas, en noviembre del año pasado cuando ya se desarrollaban las clases semipresenciales. Aunque la institución educativa tiene servicios higiénicos, no cuentan con agua potable porque esta proviene de una quebrada, es turbia y no es apta para el consumo humano. Las clases en este plantel se desarrollaban en awajún, El colegio implementó un bidón con agua para el lavado de manos. 

Brechas históricas: Salario no sustenta traslado  

Paul Neira, especialista en política educativa explica que las plazas que se encuentran en lugares más distantes, como las fronteras o colegios en cuencas donde no hay servicios de comunicación, son las más difíciles de adjudicar porque el salario no sustenta el traslado del maestro hasta las comunidades. 

El sueldo de un docente en la primera escala magisterial que enseña en un colegio unidocente en una comunidad indígena en la frontera puede llegar a S/ 2.800 por 30 horas mensuales. “El salario no compensa el gasto que realiza el docente para el traslado y vivir en la comunidad. Este problema hace que muchas veces las clases en los colegios de Educación Intercultural Bilingüe empiezan tarde […] A esto se suma que los docentes que aceptaron ir a zonas remotas no conocen del idioma ni la cultura”, señaló el experto.  

Otra de las dificultades es que al ser un colegio multigrado un solo docente debe encargarse de ser profesor de aula y director por encargatura, el no tener plazas directivas en la Selva no permite que el docente cumpla adecuadamente sus funciones porque “no tiene presupuesto para hacer gestiones ni tiempo para atender a los alumnos y la dirección a la vez”. 

En Perú no se realiza una evaluación censal del aprendizaje de los escolares en los dos años que lleva la pandemia. Por eso, es imposible saber cuánto han aprendido o dejado de aprender los niños y los adolescentes durante este tiempo. Tampoco en qué lugares se han dado los mayores retrocesos. 

Mejorar la educación desde la propia cultura indígena es la propuesta del docente Edwin Fasabi Yaicate, quien obtuvo su licenciatura en educación intercultural bilingüe del pueblo Kukama kukamiria en nivel primaria el año pasado con una tesis que plantea que los conocimientos de los sabios en el uso de las plantas medicinales y agricultura se lleven a las aulas de maneras más dinámicas, como clases en campo con los abuelos de las comunidades.

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