Obstetra Auditor Carmen Lucila Ordoñez Aguirre
Especialista en estimulación Prenatal y Temprana
Obstetra Educadora Perinatal Premium
Docente de la Universidad Nacional San Martin
Mortalidad Materna y embarazo en niñas y adolescentes, una prioridad sanitaria, de corresponsabilidad social y administrativa, no sólo del sector salud. Es definitivamente, un problema de Gestión de nuestros decidores políticos; La salud sexual y reproductiva de nuestro país, de nuestra región no puede ser invisibilizada, sus consecuencias tienen una alta demanda social, niños con madres muy jóvenes, niños huérfanos, ambos con alta morbilidad infantil, nuevas familias que ingresan aun circulo vicioso de pobreza con menos oportunidades, que las hace cada vez más vulnerables.
En nuestro país la situación de la mortalidad materna es heterogénea y nos permite visualizar las situaciones de desigualdad en la capacidad de respuesta de los establecimientos de salud al interior del país.
El contexto Covid-19, nos ha revelado el incremento de las muertes por todas las causas y las muertes por Covid-19. Asimismo, el análisis del incremento de muertes maternas, con sus principales causas siguen siendo directas: trastornos hipertensivos y la hemorragia, 21.4% y 19.5% en el 2020, 15.8% y 19.3% en el 2021 respectivamente. Ambas causas directas, prevenibles mediante una atención adecuada, oportuna y de calidad a través de los servicios de atención prenatal.
Según los registros del Ministerio de Salud del Perú, el número de partos en niñas menores de 15 años aumentó de 1,158 a 1,438 entre 2020 y 2021. Y, para seguir visibilizando lo invisible, en 2020 –durante la pandemia por la COVID -19, 24 niñas peruanas menores de 10 años se vieron forzadas a ser madres, cifras registradas en los Certificado del Nacido Vivo del Ministerio de Salud en línea.
Pero señores la atención de la salud sexual y reproductiva, se vio disminuida y en muchos casos cancelada por el cierre del primer nivel de atención centros y puestos de salud, lo que incrementó que llegarán a los hospitales casos de embarazos no planificados y muchos de ellos en estado de gravedad. En este contexto de pandemia, aparece la muerte materna asociada a la enfermedad por Covid-19, clasificada como causa indirecta; en el 2020 fue la tercera causa de muerte materna (16.6%) y en el 2021 aparece como la primera causa de muerte materna (36%). El 50% de las muertes maternas a causa del Covid-19. Estas muertes maternas también pudieron ser prevenidas, no obstante, un problema es que en el contexto de Covid-19 las mujeres embarazadas y en general las mujeres en edad reproductiva y la salud sexual y reproductiva no se asumieron como una prioridad por las autoridades sanitarias en el Perú. No hubo contratos de personal obstetra que cubriera esta demanda insatisfecha para las áreas de promoción y prevención de la salud materna, y salud sexual. Personal calificado para las atenciones prenatales en todos los puestos y centros de salud de nuestro país.
No obstante, se sabe que las mujeres embarazadas con comorbilidades, edad avanzada o muy jóvenes, adolescentes, o con sobrepeso u obesidad, son de alto riesgo y es probable que necesiten un tratamiento de cuidado intensivo para la Covid-19, se necesita pues mirar a la salud con enfoque de prevención, de derechos y de interculturalidad.
Debemos estar conscientes que la reputación del sector salud no es la mejor después de esta pandemia Covid-19 y no solo podemos realizar un trabajo asistencialista recuperativo, los gobernantes deben conocer y cuestionar las causas del incremento de la tasa de fecundidad en niñas y adolescentes, el incremento de morbilidad materna por causas prevenibles, y cual es número de obstetras con el que cuenta el sector salud cuenta por 100 000 habitantes, cual es número de obstetras recomendado por la Organización Mundial de Salud, quien es el personal de salud calificado para la atención de la salud sexual y reproductiva, es acaso que solo están mirando ala obstetra para la atención del parto, o se olvidaron de su campo de acción es la relegados a un segundo plano, Sres. decidores, futuros gobernantes priorizar la prevención de los embarazos no intencionales por medio de acciones dirigidas a mejorar la accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad de los servicios de salud sexual y reproductiva de calidad.