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jueves, marzo 28, 2024

PUEBLO PLEBISCITARIO TANTO DE USAN Y POCO TE BENEFICIAS

¿Será cierto que nuestra cultura política es plebiscitaria y vertical? ¿Será cierto que la democracia en el Perú puede funcionar sin Congreso y sin partidos? En cuanto a la primera, arrastra varios resultados que cada día políticamente no vemos hundidos cada vez más:  

Nuestro sistema electoral por décadas viene funcionando de manera obligatoria, impositiva y amenazante. Si un ciudadano no vota, se halla obligado (a) a pagar su propia actitud de protesta o rechazo a un candidato(a) respectivo.  

¿Cómo le podemos exigir a un ciudadano(a) que haga algo contra su voluntad?; ¿cómo puede el sistema electoral alegremente castigar con multa a una persona que determinó su propia decisión?; ¿por qué el sistema electoral debe meterse en la decisión interna de una persona?; ¿Qué le hace pensar a un candidato(a), pretender ser el mejor y primer ciudadano de un pueblo, de una ciudad, de una región, de un país cuando lo que está diciendo o prometiendo no es cierto pues, y no es que tenga como ellos dicen vocación de servicio.  

Desde el momento que ese funcionario recibe un jugoso sueldazo ya la “vocación de servicio” desapareció, amén si de por medio reciben otras migajas que son a veces mucho más que el sueldo. Ahí están los diezmos, ahí están las repartijas por cada licitación.  

El ciudadano cuando mira y siente realidades como éstas, está en su imperiosa voluntad de rebelarse a través de su voto contra todo candidato(a) que no convence su propuesta teórica, y como a algunos hasta este lenguaje de las promesas ya les acabaron, uno que fue congresista en un corto tiempo y quiere llegar a gobernar el municipio de Tarapoto, sembró en pequeños espacios de las calles de Tarapoto, Morales y la Banda, su propia imagen diseñada en madera simple. ¿Estrategia política? Simplemente se acabaron los argumentos teóricos de convencimiento.  

POBREZA EN MUCHOS, RIQUEZA MAFIOSA EN POCOS  

Los plebiscitos es la filosofía de razón de los pueblos. Los negocios de la política como son los procesos electorales municipales, regionales y nacionales, siempre tienen un respiro de fortaleza cuando quieren conseguir votos, y como saben dónde conseguirlos tan fácilmente y como la mina de esos votos está en las sociedades rurales y urbanas y como estos ciudadanos tienen bajo amenaza de multa a un malísimo sistema electoral, entonces se ven obligados a emitir sus votos.  

Menos mal existen los votos blancos y nulos, que debería ser lectura suficiente para que nuestra cultura política si bien es cierto siempre va a ser plebiscitaria, debe por lo menos eliminarse el voto obligatorio y radical en el Perú.  

Hace tiempo que la democracia en el país está funcionando sin Congreso y sin partidos políticos. Los argumentos son más que explícitos. Si alguna ley beneficia al ciudadano en estos tiempos, no es que haya sido aprobada ni mucho menos nació en el Congreso. Nació del sentir y protesta de la sociedad y como tal la aprobación de alguna ley con sabor a beneficio económico, es por el clamor de miles y miles de ciudadanos.  

Entonces, la democracia sí puede funcionar sin el Congreso, porque la agenda de los congresistas son solamente dos cosas: aprobar leyes para los grandes capitalistas millonarios y para las grandes empresas influyentes y monopólicas; aprobar alguna ley que les permita vivir eternamente en el Congreso y que los sueldos vitalicios nunca se eliminen en su totalidad.  

Esto es la realidad del Perú. Por ello hay una desigualdad enorme en el país: pocos viviendo con sueldos millonarios de las arcas del Estado, a parte de la mafia que está infiltrada en las gestiones de gobierno, no de todos, pero si de una gran mayoría; mientras que una gran mayoría, viviendo con lo poco y muchos en extrema pobreza.  

En cuanto a los partidos, no son realmente partidos políticos, son organizaciones a veces hasta mafiosas para conseguir objetivos de grupo y de individualidades. Nunca el APRA actuó de acuerdo a la doctrina de Haya; nunca Acción Popular, actuó de acuerdo a su fundador, que también tuvo serios cuestionamientos cuando vivía, y los que dicen ser de esta y de las demás organizaciones, son simplemente eso: agrupaciones en pos de grandes logros personales. 

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