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jueves, abril 18, 2024

Los alcaldes deben ser líderes

Por Buenaventura Ríos

Moyobamba no es Tarapoto, eso le respondo a Alonso Ocampo, columnista de VOCES que el día de ayer, en su columna “Pastillas para no dormir”, comenta unas declaraciones mías en el sentido de que “los alcaldes no deben ser comerciantes” en referencia, claro está, a la ciudad de Tarapoto y la provincia de San Martín.

Bueno pues, tal vez me faltó completar la frase por “los comerciantes pitucos, ricos y pantorrilludos no deben ser alcaldes de Tarapoto”, frase que no tiene nada de intolerante, despectiva o peyorativa como pretende el articulista moyobambino. Resulta que los comerciantes pitucos (Rolando Reátegui, Armando Gonzales, Sandro Rivero y Walter Grundel), en Tarapoto, han demostrado que tal vez son buenos para administrar sus negocios, pero para gobernar la ciudad han demostrado ser un completo desastre. Si la política se juzga por sus resultados, ahí está Tarapoto con sus distritos abandonados, navegando a la deriva sin norte y sin rumbo, con un crecimiento urbano caótico, con sus calles polvorientas, sometido a la inseguridad creciente, el transporte indolente y la contaminación.

Rolando Reátegui, el ex alcalde angurriento, que nos cojudea cada cinco años con algún tema para reelegirse en el Congreso, pero que es incapaz de cumplir con las ordenanzas municipales que le obligan al retiro de unos metros de su negocio la Inmaculada; ahí está Armando Gonzales que no ataba ni desataba en la municipalidad sometido a la autoridad de su Gerente Municipal; ahí está Sandro Rivero que nos dejó un déficit de 7 millones de soles (2 millones en el SAT, 2 millones embargados por el Centro Poblado 9 de Abril, y, 3 millones paralizados por no rendir cuentas del asfaltado de la Av. Circunvalación), y, de Gründel ni hablar, es el campeón de la ineptitud. Sin duda, tras 20 años en el gobierno municipal los comerciantes ricos y pantorrilludos han fracasado en Tarapoto.

Por negación, el articulista Ocampo concluye cual pitonizo que, como los comerciantes no deben ser alcaldes entonces deberían ser los “burócratas y los profesionales”. Advierto que yo no he afirmado tal cosa, lo que he dicho y afirmo es que “los alcaldes deben ser líderes”, es decir, personas que tengan cultura y visión, identificación con su provincia, su ciudad y su misión, que tengan capacidad de comunicación, diálogo y concertación, y, que conozcan la administración pública y tengan capacidad de gestión. Pero, como las ciudades crecen y sus problemas son cada vez más complicados, su administración se vuelve más compleja y requiere de un manejo más técnico, profesional y científico. Eso no significa que el alcalde deba ser necesariamente un profesional, después de todo, como decía el fundador del PPC don Luís Bedoya Reyes “los técnicos se alquilan”, es decir, los profesionales se contratan.

En suma, nuestros pueblos y ciudades requieren de líderes, el alcalde debe ser un líder y si es profesional mejor, eso le dará competencias, capacidades y habilidades que reforzarán su liderazgo, pero, si no es profesional, no importa, que convoque a los profesionales y trabaje en equipo, que los involucre en una visión que beneficie a todos, concertando y en democracia, trabajando y construyendo una ciudad moderna y segura. Así que, si los comerciantes pitucos en Tarapoto y los profesionales burócratas en Moyobamba han fracasado, busquemos líderes con visión que nos conduzcan sabiamente al futuro. Si es así, tal vez Alonso Ocampo no necesite pastillas para dormir.

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