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jueves, marzo 28, 2024

Política de Emergencia

Columna: Escenario político.
Nombre: Carlos Job
Correo: [email protected]
Analista Político.

Hace unos días la nación se despertaba con lluvias y desbordes de cauces de ríos. El ciclón Yacu se hacía presente en diferentes proporcionalidades sobre todo en el Norte y la Amazonía Peruana.

En el caso de la provincia de San Martín es importante precisar que se reportaron 141 viviendas afectadas y 537 personas – entre afectadas y damnificadas – en diferentes distritos del territorio.

Mucho antes de la presencia de lluvias – sobre todo porque estamos en inicio de gestiones regionales y locales – que se deberían contar con los profesionales encargados en el área de Defensa Civil, instaladas las plataformas y también habilitados los accesos al Sistema de Nacional de Información Nacional de Respuesta y Rehabilitación –SINPAD.

Pues debemos saber que de la eficiencia de estos funcionarios – al momento de levantar la información de daños en las fichas EDAN – y subir los datos al SINPAD en un tiempo, necesariamente, veloz.

La cadena del procedimiento, va siendo gradual a los daños, es decir que el impacto del desastre rebasa al distrito, debe de subir a la provincia y, de la misma manera, si los daños no pueden ser atendidos en la provincia debe pasar la intervención a la región, y finalmente si una región tiene impactos severos que no puede atender, es el ejecutivo nacional quien debe declarar el estado de emergencia según el caso desarrollado.

Con este tipo de funciones bien realizadas, en el más breve paso se puede contar con ayuda de los almacenes del Gobierno Regional, por ejemplo, y movilizar estos recursos.

En muchos casos y contextos de emergencia, se observa la solidaridad de la población. Desde mensajes contundentes hasta diferentes apoyos en agua, colchones y víveres por poner un ejemplo.

Sin embargo, debemos de reconocer dos detalles importantes en materia de política de emergencia. La primera situación que todos debemos saber es que una emergencia no avisa, simplemente, sucede. Tengo entendido que ahora con la utilización de la tecnología existen mecanismos para contar con una mayor reacción, un minuto o un par de segundos son vitales en situaciones inesperadas.

La segunda variable a considerar son las inversiones para mitigar los riesgos en el futuro. Muchos de los territorios carecen de drenajes, saneamiento y sobre todo defensa ribereñas. Sabemos que los presupuestos institucionales y modificados de los gobiernos locales son escasos para inversiones, entonces es necesario hacer varias labores.

Una primera labor, es priorizar las inversiones de las defensas ribereñas por poner el caso. Acá podemos encontrar mecanismos como el Consejo de Coordinación Provincial o las Mancomunidades. Muchas de estas mancomunidades carecen de función como unidad ejecutora, y sería todo un tema de un próximo artículo.

Una segunda labor, es la búsqueda de los presupuestos una opción es el FONDES y cuyo colegiado tiene un procedimiento interesante que permite desarrollar proyectos de esta naturaleza.

Pero también, debe de contarse con la sensibilización a la población. Muchos de ellos se encuentran en la faja marginal de los causes de los ríos y ante un desastre, estas personas, no pueden acceder a varios beneficios como la reubicación, por ejemplo.

Esta es una aproximación ligera a raíz del contexto que hemos vivido y de seguro que con la participación de todos lograremos aprendiendo y mejorando nuestras políticas de emergencias.

 

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