El año 1991 sacaron un préstamo en el Banco Hipotecario y cuando desapareció el cobrador coactivo no les quiso dar la prioridad de venderles la deuda que era 15 mil soles.
Después de 30 años de una batalla legal, ayer por la mañana una familia del barrio Huayco de Tarapoto fue desalojada de su vivienda ubicada en la cuadra dos del jirón Jorge Chávez; sin embargo, lo que generó indignación a los vecinos es que dos ancianas que están delicadas de salud fueron sacadas de esa casa mientras se ejecutaba la orden de lanzamiento.
La presencia de un fuerte contingente policial generó expectativa en el vecindario, a los pocos minutos la presencia de un juez y sus secretarios judiciales, confirmaba que se iba a ejecutar una orden de desalojo, en la casa de una familia que, por todos los medios, trató de comprar la deuda a un cobrador coactivo, pero jamás les respondieron y desde el año 1991 nueve personas lo compraron y no pudieron desalojarlos.
Después de romper la puerta con un cargador frontal, la gente contratada por el nuevo propietario ingresó y lo primero que hicieron fue sacar a una de las ancianas y luego a la de más edad que está delicada de salud, la subieron a una ambulancia y la trasladaron a una clínica particular, donde quedó internada.
La abogada Natalia Araujo del Águila, asesora legal de la familia Echevarría Carranza, explicó cómo se inició el problema legal con el desaparecido Banco Hipotecario del Perú. “Cuando cambió la moneda nacional de Inti a Sol, jamás le notificaron a mis patrocinados para que les actualicen la deuda. Al poco tiempo desapareció el Banco Hipotecario y la deuda pasó a un cobrador coactivo, pero no les dieron chance de regularizar el caso”, indicó.
Araujo del Águila, manifestó que ellos enviaron al juez un documento exigiendo un plazo de un mes para que desalojen, pero no les respondieron y todo se habría dado de manera extraña ya que no les notificaron la orden de desalojo, tal como está establecido.
Después de una hora, lograron el objetivo de desalojar a esa familia, cuya vivienda, ahora supuestamente es de propiedad de un ciudadano italiano y la deuda fue comprada por 15 mil soles y de inmediato fue demolida. (Hugo Anteparra)