A 30 minutos en bote, partiendo desde el distrito de Chazuta, está el Área de Conservación Privada – ACP – “Jangalayacu” colindante con la comunidad Túpac Amaru, justamente estos últimos bajo el argumento de la necesidad de servicios educativos, de salud y deporte, pobladores del referido poblado han invadido cerca de 17 hectáreas de una zona aledaña al ACR – CE y destinada a la conservación de especies maderables, plantas medicinales y animales
Se han destruido sembríos de cacao, especies maderables de más de tres años de crecimiento, áreas reforestadas se ha deforestado purmas y bosques primarios a diestra y siniestra sin tomar en cuenta que inclusive se están afectando la vertiente del Shitariyacu, la que abastece de agua al poblado donde viven los invasores.
Según José Hermes Pérez, responsable del ACP – “Jangalayacu” desde hace más de tres meses parte de la población de la comunidad de Túpac Amaru, motivados por dirigentes migrantes, han ingresado destrozando violentamente zonas boscosas ubicadas en zonas de amortiguamiento del Área de Conservación Regional – Cordillera Escalera o ACR – CE.
Lo curioso del caso es que el Ministerio Público, a través de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, hasta la fecha no ha procedido a actuar de acuerdo a sus funciones, solo se llegó hasta el lugar a hacer una constatación sin que hasta la fecha haya citado a los que serían los directamente responsables del atentado contra el medio ambiente. Quienes han sido identificados como Bernardo Neyra Porras y Segundo Bartolomé Tenazoa Cenepo y los que resulten responsables de la comisión del presunto delito contra los recursos naturales.
Sobre esto Bernardo Neyra Porras, quien a su vez es Agente Municipal de Túpac Amaru, dijo que urge al poblado contar con un colegio, un centro de salud y un campo deportivo, pues la dimensión de ese pueblo es de menos de siete hectáreas que ya han sido copadas por la población. Sin embargo otro hecho curioso se da cuando Neyra Porras declara explícitamente que también necesitan terrenos para poder acoger a sus amigos migrantes. “Llegan hasta el pueblo migrantes, que quieren un terrenito y no tenemos que venderle”, declaró.
Esto desbarataría el argumento que los invasores del ACP – “Jangalayacu” han puesto para ingresar y destrozar las casi 17 hectáreas de. Lo peor es que en la actualidad ya se han lotizado terrenos y se han sembrado maíz lo que demostraría no existe interés del pueblo, sino solo de un grupo de personas para hacerse de esas tierras protegidas.
Otra situación se da cuando los responsables del ACP – “Jangalayacu” de buena voluntad han querido donar tres hectáreas de terreno para que se haga los proyectos que el pueblo pide, pero quienes encabezan las invasiones se habrían negado, pues ellos no quieren tres sino 20 hectáreas de tierras.