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miércoles, abril 24, 2024

Caer en la estupidez electoral y ser monjes los peruanos

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En una entrevista reciente Glenda Mello preguntaba a su entrevistado, (un político nacional del PPC), le decía ¿Por qué Bedoya Reyes no llegó a ser presidente del Perú? Inmediatamente la respuesta fue: porque nunca mintió. A lo que la periodista le repreguntó: ¿Cómo saber en qué momento miente un candidato? La respuesta del interlocutor no fue tan convincente.
En el presente artículo ensayo las posibles acciones a emprender los electores para no ser mentidos, engañados, burlados y estafados.
El Perú navega permanentemente entre el ensayo y el error, porque así lo permite sus electores. El peruano no lee su historia, y si acaso se entera de algo, es porque otros le contaron y le contaron mal, (y le siguen contando mal) acomodando intereses a su favor, y el pueblo poco culto lo cree, se cuelga de algo relativamente positivo y pasa desapercibido todo un conjunto general de las cosas.
Entonces peruano, a ti me remito. Hasta estos momentos próximos a cumplir el aniversario patrio, no tenemos candidato ideal que nos represente una vez más en palacio de Pizarro. Todos ya fueron gobierno, ministros de Estado, funcionarios de instituciones allegados al poder.
Quiero destacar algo que los peruanos debemos rechazar de plano, de lo contrario, nos espera de vuelta una vez más la década de los 90, inicialmente sin Fujimori, posteriormente con éste, pues la primera gestión de su hija sería el indulto a su padre.
Me causa más que indignación, repudio total, escuchar y leer encuestas que le dan con un porcentaje mayoritario a su favor a Keiko Fujimori.
Peruano valórate a ti mismo. Qué méritos tiene esta mujer para querer tomar la batuta de la conducción de este país. Es una mujer que nunca ha conocido y vivido la pobreza más que por estudios. Es una mujer que no tiene sentimiento de madre, pues optó quedarse con el padre cuando éste se separa de su mujer (Susana Higuchi tuvo algo de moral y principios, pues por no querer compartir las truculentas corrupciones con el esposo se separa), Keiko pasa a ser de hija, primera dama de la nación, que desde entonces sabía las gestiones nada nobles que el padre hacía con el aliado asesor.

Es una mujer a igual que todos sus hermanos (as), tuvieron el gran privilegio y el status del poder económico para hacerse profesionales en las mejores universidades del mundo, hasta hoy no se sabe de dónde venía el dinero. Ella indica con la plata que vendieron algunas propiedades sus padres; también indica que fue con ayuda de la tía; pero no indica que la tía y todos sus familiares del padre están corridos de la justicia peruana.
Ellos volverán a pisar tierra peruana, si con tu voto permites que esta señora Keiko que no tiene ningún mérito, llegue a presidir este país. Esos parientes de esta mujer oriental, después que le estafaron al país, volverán a carcajadas a reírse de nosotros. ¡Qué estúpidos y monjes realmente nos convirtiéramos si eso pasara!
Querrán adueñarse una vez más de los jueces, los fiscales, el Ministerio Público, las instituciones tutelares del Estado, el periodismo (que es un insulto mencionar esta carrera, debe decirse aquellos cachupines que hacen uso y abuso de esta noble profesión), pues con estos cachupines de la “prensa” se encamaron para ocultar intimidades gubernamentales, la precesión seguía por dentro y la masa de millones ellos se iban repartiendo con Montesinos a la Cabeza, y que después en el juicio Fujimori decía que no sabía lo que su asesor hacía. O era un loco para no aceptar lo que su asesor hacía, o era un ingenuo. Nadie en sus cabales puede creer que una de estas dos cosas era. Simplemente él sabía. Así de simple.
Esta mujer, Keiko, que no tiene absolutamente nada de extraordinario, más que la adulonería de unos cuantos ciudadanos que le hacen creer ser la mejor opción, no tiene ni sangre en la cara y pasa como una mujer sin escrúpulos y que espera como una indolente la voluntad económica de sus acólitos integrantes del fujimorismo, quienes según ella en conjunto le hacen llegar diez mil soles mensuales para su sustento.
Si esto es cierto, Keiko, automáticamente se autocalifica de incapaz e inmadura (y con estas características pretende dirigir el país). No puede ser posible en los cánones de la moralidad que integrantes de un grupo político aporten dinero para que la hija del encarcelado pueda según dicen vivir con esas aportaciones.
En una democracia sana y normal, jamás se dan estos tipos de aportaciones, para que una persona o una familia viva con ello, esto pasa a tener un solo nombre: el encumbramiento endiosado de una sola persona. Pero jamás puede considerarse estos tipos de aportaciones para que se mejore la estructura doctrinaria de un partido, que esto sí sería lo normal.
En el fujimorismo no se pretende estructurar absolutamente nada(considero en ningún partido del país), más que el acomodo personal de una familia oriental, que para el bien del país, tú ciudadano debes desligarte del aprovechamiento de toda esa familia rechazándola con tu voto a esta mujer, que lo que quiere es, estar en palacio como pantalla(como lo fue en el gobierno de su padre), y otros, incluyendo Fujimori y Montesinos empezarían una vez más a tomar la batuta y control de este país, de todos los peruanos.
¿Quieres esto peruano? Yo… ¡Jamás!

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