Moyobamba. Como resultado del atentado que sufrió en su camioneta y la posterior muerte de su esposa Gladis Guevara, el regidor de Soritor, Fernando Uriarte, indicó a la Policía Nacional, indicando que retornaba al distrito de Soritor por el sector Habana, vio que en la entrada del camino estaba estacionada una camioneta Station Wagon, de color blanco y con chalecos fluorescentes, quienes inmediatamente le obligaron a bajar del automóvil, quedándose la señora Gladis Guevara Segura, en el auto.
De inmediato los delincuentes le increpan que sabe por qué vinieron y dónde está el dinero.
Uriarte, suplica que no le maten y dice a su esposa que entregue el dinero que traía en al carro.
Mientras clamaba por su vida, escucha dos disparos que impactan en su esposa. Reaccionando saca un arma que traía escondida entre sus pertenencias e intenta disparar a los asesinos.
Es así que uno de los delincuentes le dispara y éste se esquiva por lo que la bala le cae en el hombro y no en el pecho a donde estaba dirigido. Al caer al suelo se hizo el muerto, a decir del regidor le dispararon dos veces más y no le alcanzaron.
Cuando los asesinos huían, el regidor, dijo que disparó otra vez hiriendo a uno de ellos, ya que se percató que uno cayó luego fue auxiliado por sus cómplices.
Al ponerse de pie se dio cuenta que su esposa estaba tendida entre la puerta y el suelo. De inmediato condujo su automóvil hacia el centro de Salud de la localidad de Soritor, que es cuando se desvaneció al llegar.
Por datos de la Policía Nacional se dice que el regidor Fernando Uriarte, recibía constantes amenazas de muerte, por lo que portaba arma de fuego, llevando consigo incluso un fajo de dinero entre verdaderos y falsos. Por ello habría portado esa noche los fajos de dinero con diez mil soles verdaderos y los otros 10 mil falsos, que fueron los que se llevaron los delincuentes. (Alfonso Delgado G.)