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jueves, marzo 28, 2024

ABC, de la libertad

SIN UTOPÍAS

Por: Ricardo Quevedo Ramírez

“Son pocos los minutos que nos quedan”. “Si, creo que hay que vivir como Dios manda, porque después de esta vida, todo se convierte en utopía”. “Un par de tragos a Dios no le conviene”. “Mentira, Dios no te prohíbe nada, simplemente debemos usar la libertad hasta donde debe usarse correctamente”. “¿pero, correctamente, cómo debe usarse la libertad? “Pregúntale a tu profesor de matemática si sabe algo de libertad”. “Creo que no papá”. “¿Qué crees que no? “No pues papá, ellos saben solamente de números”.

“Pido la palabra, señor, tu hijo me está juzgando que me limito solamente a los números, y que no sé nada lo que es vivir en libertad”. “Mi hijo no te acusa de nada mi querido Fermín, simplemente juzga a todo un conjunto y a nadie en particular”. “Ah, pero me siento aludido, cómo cree señor que yo no voy a saber como es vivir en libertad”. “No dudo de lo que usted sabe lo que es vivir en libertad señor Fermín, pero una cosa es la teoría y otra cosa es la práctica”. ¿“Usted está insinuando que yo soy pura teoría señor?

“Otra vez mi querido Fermín, se siente aludido con mis palabras, me estoy remitiendo a los términos globales, mas no así a nada en particular”.

Voces callejeras se escucha a una distancia: ¡“libertad, libertad, libertad a los detenidos!; ¡libertad, libertad, libertad a los detenidos!”. “Juzguemos, cuántos en estos momentos están sin libertad, y no digo porque están privados literalmente de su libertad en estos instantes”. “Claro, te entendemos mi grande amigo, muchos caminan por las calles totalmente encadenados, privados de la libertad”. “Comparto tu idea mi querido Fermiín, los prisioneros seguramente están más “libres” que tantos que caminan supuestamente “libres” por las calles”.

“Estoy en camino al poder judicial, voy a pedir al juez que me firme un documento que testimonie mi seguridad de caminar libremente por el mundo”. “No seas el hazme reír, cómo piensas que un juez se va a prestar a tamañas tonterías”. “Mi libertad no es ninguna tontería, es producto de juzgarme tal como soy para poder juzgar a otros también con toda libertad”.

Hay muchas demandas en el poder judicial. Muchos tienen casos judiciales pendientes para ser ventilados demandando derechos económicos, derechos jurídicos diversos, derechos penales, derechos matrimoniales y derecho de divorcio.

Alfredo sale con un paquete de papeles bajo el brazo. “¿Qué trámites judiciales estás ventilando?”. Pregunta Adolfo.“No, mi caso es sencillo-le contesta Alfredo-, por haber embarazado a una huambrita”. “¿Cuántos años tiene la huambrita?”. “Acaba de cumplir 20”. “¿Y por qué tu caso tiene que ventilarse aquí en el poder judicial?”. “Está buscando asesoramiento jurídico para hacerme casar a la fuerza”. “Sabes, ninguna cosa contra la voluntad es buena, siempre será mala señal: mal augurio”. “Yo también pienso así Adolfo, no puede ser posible que haya instituciones que se presten a reforzar algo que está contra la voluntad”. “Pero una cosa debes saber, -agrega Adolfo-, el hijo que tienen es de mutua voluntad, en esto no hay duda ¿verdad?”. “Claro, en esto no hay duda”. Responde Alfredo.

Lo cierto es que la libertad cuando es mal usada, siempre tendrá consecuencias negativas. De esto, de los excesos, y sobre todo de los abusos de la libertad habrá que cuidarse. Con los excesos de la libertad, la riqueza no te hará sentir libre, la pobreza tampoco. El único que te hace sentir libre es, teniéndose como juez uno mismo.

“El hijo que estás trayendo a este mundo tendrás que enseñarle el ABC de la libertad”. “Si Adolfo, conscientemente, eso estoy pensando”.

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