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sábado, abril 20, 2024

Los trances de una papeleta

detintaypapel

La papeleta por luna polarizada ha sido entregada en otra ciudad. El comisario indicó al conductor de manera amable, que le llevara la constancia o respuesta escrita de la institución policial de la continuación del permiso del uso de luna polarizada. Ya en su ciudad de origen, a cien kilómetros de distancia, averigua el procedimiento a seguir ante la imposición de una papeleta. Nadie sabe. “No sé, no sé”, es la respuesta generalizada. Alguien sugiere que pregunte en el banco, “porque allí se paga”. Sin embargo, la respuesta en esa institución es: “No, antes estas papeletas se pagaban aquí, porque tenían al reverso el cuadro donde se deducía el monto a pagar. Ahora, esta papeleta es simple, con el reverso en blanco. Qué raro. Averigua en el SAT o en transportes” La idea es saber el monto a pagar, porque una versión telefónica dice que el monto posiblemente bordearía los tres mil soles. Con acierto, el SAT y transporte, son las oficinas que brindaron información rápida y uniforme, que el monto bordea los setenta soles hasta los cinco días, de ciento y picos a partir de los diez días; y luego el pago del monto normal que bordea los trescientos.

Días antes, la institución policial indicó vía teléfono que la solicitud de ampliación del permiso de luna polarizada no era procedente, sin ninguna explicación; por tanto, la constancia solicitada por el oficial no cabía. “Pero, ¿por qué te niega ahora la institución policial si ya te dio por dos años consecutivos? No es otro vehículo, no es otro propietario. ¡Qué raro! No se entiende” comenta una persona. Por esa razón, la decisión es solo pagar antes del cumplimiento de los cinco días. “Llama a la institución municipal para depositar en su cuenta corriente el monto de la multa” sugiere un amigo. En efecto, responde la secretaria y dice no saber el número de la cuenta corriente, que no es su función. Mejor le pasa al contador. La respuesta es similar, que mejor llamaría a tesorería. La respuesta es la misma, que para eso hay un responsable de papeletas. La secretaria le entrega un número telefónico que está fuera de servicio. Llama de nuevo y ahora sí la secretaria da el verdadero número del responsable de papeletas. Es una tarde calurosa del día jueves. El personaje le indica que mejor llame a tesorería. “Pero, ya llamé a esa oficina y me dijeron que lo llame a usted” es la respuesta del conductor. “Ah ya, voy averiguar el número de la cuenta corriente y llámame dentro de una hora”. En efecto, a la hora le indica, “sabes, el tesorero está de permiso, mejor llámame mañana viernes a las ocho y te doy el número de la cuenta corriente”. Llama a la secretaria y ella nunca más volvió a responder las mil y una llamadas.

Nueve de la mañana del viernes. La respuesta telefónica del responsable de papeletas es rápida; pero, de un contenido vacío: “No le puedo dar el número de la cuenta corriente de la municipalidad, porque nadie tiene. Si quiere pagar tiene que hacerlo en ventanilla de caja” “Pero, estoy en otra ciudad muy distante” responde asombrado el conductor. “No sé, no tengo más que agregar, chao” se despide el responsable de papeletas.

El conductor llama a un amigo que trabaja en una institución pública para que le hiciera el favor de ir a pagar en la municipalidad, depositando el monto en su cuenta del banco. “Estoy en una reunión, llámame luego” responde el funcionario. Aquel amigo, jamás volvió a contestar el teléfono. El conductor llama a otro amigo y le dice que está en otra ciudad. Otro amigo le dice que en horas de la tarde irá a esa ciudad y que podría hacer la gestión. Cuando le llama en la tarde, se había ido en la mañana y ya regresó. El secretario de un estudio jurídico averigua en la municipalidad y recibe la misma información, que “el pago de multa de papeleta es solo en caja de la institución, que no se paga en la cuenta de la municipalidad, porque tiene muchas cuentas y nadie paga de esa manera”.

El conductor multado (Injustamente) va a una empresa de transporte terrestre. La secretaria de la ciudad de origen le pasa el teléfono con la secretaria de la otra ciudad, ésta le pasa con un motocarrista que distribuye los encargos de la empresa. Nadie tiene cuenta en el banco. Entonces, “hago un giro al motocarrista por ésta misma empresa, pero, mientras va el dinero en efectivo en carro, que se pague hoy mismo a la municipalidad con dinero prestado de la empresa”. La secretaria pregunta y la respuesta es: “La empresa no tiene dinero en este momento”… plop.

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