Las noticias de grandes casos de corrupción de los gobernantes de estas últimas décadas en Perú y más especialmente el caso de la constructora Odebrecht, ha suscitado la euforia de muchos que sueñan con ver a los últimos presidentes peruanos (Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala) tras las rejas; sentimiento y sueños que seguramente comparten millones de personas en otros países hacia sus gobernantes y políticos rodeados ¡ay! siempre (exceptuando muy pocos como el gran ejemplo del ex presidente uruguayo José Mujica) de un indecoroso halo de corrupción o enriquecimientos ilícitos.
Estos hechos que impactan a la opinión pública nos permiten siempre reflexionar y compartir nuestras meditaciones en base a los aportes de pensamiento esclarecedor de grandes pensadores y humanistas como los Maestres Dr. Serge Raynaud de la Ferrière y su único ideólogo autorizado, el Dr. David Juan Ferriz Olivares, quienes nos ofrecen nuevas luces de análisis más universal desde el punto de vista epistemológico propio de las Ciencias síntesis. Así, el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière nos aporta la visión cosmobiológica de esta problemática de corrupción enfocada como una manifestación del turbulento período de transición hacia una época regida por el ideal de Justicia, Cooperación y el Gobierno de la Alta Espiritualidad caracterizada por el cumplimiento de las Leyes Naturales y Universales (Teocracia). El señala esta situación actual del ciego materialismo:“La decadencia de la civilización materialista demuestra, sin asomo de duda, el monstruoso error en que incurren aquellos para quienes la religión y el espíritu religioso, era en general “el opio de los pueblos”; aquellos para quienes la vida no tiene sino un solo fin: “enriquecerse”, elevar su situación social y material; aquellos para quienes el amor al prójimo, la fraternidad, la propia perfección, el desprendimiento interior son letra muerta, u objeto de risa o, aún más, de malentendidos, discordias, y a veces de golpes.”
En efecto – como bien lo señalan los Venerables Sat Arhats Cont. María Nilda Cerf Arbulú y Mat. José Miguel Esborronda Andrade- este materialismo es una exacerbación -en los últimos siglos- de la concepción que heredamos y que fue dominante en la Era de Tauro (época de esplendor de Babilonia) en la que el concepto de Paz radicaba totalmente en POSEER bienes materiales, o sea, en eliminar las carencias “básicas”. Este concepto se exacerbó volviéndose una verdadera psicosis colectiva por enriquecerse…Así lo expresa el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière: “Aún hoy, los Bancos, las Bolsas, las Grandes Empresas de enormes capitales están en boga contando con el favor del público que rinde culto en cierto modo a estos templos de Mammón…” “Sin embargo, ¡todos tienen ahora la oportunidad de elegir entre Dios o Mammón!” (Como bien sabemos, Mammón es -en la tradición cristiana- el demonio símbolo de la avaricia material).
En ese sentido pensamos que toda esta psicosis colectiva se irá amenguando poco a poco gracias al proceso de REEDUCACIÓN que dependerá grandemente de cuánto y cuántos participemos activamente en dicho proceso (ver: www.magnanet.org), elevando la conciencia social y el estado mental de la humanidad para integrarnos lúcidamente a las características de esta Nueva Era en la que vivimos desde 1948 y a las grandes Leyes como las señaladas por el brillante médico francés Paul Carton: “leyes naturales de verdad, de BONDAD, de UNIDAD, de ABNEGACIÓN, de TRABAJO, de SOBRIEDAD, de AUTO-DISCIPLINA, que son las condiciones fundamentales del progreso, de la salud y de la felicidad de la raza humana”.
También el Dr. David Juan Ferriz Olivares aporta con sus comentarios a las Leyes Sociales que es uno de los 15 signos precursores de la Teocracia mundial (gobierno de los Sabios Iniciados en base a las Leyes Naturales y Espirituales):
“Leyes sociales; Se han derivado de las leyes específicas de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento, que pueden descubrirse a partir del análisis de procesos concretos y de contenidos determinados y establecerse a partir de los resultados de las leyes del devenir social como las leyes universales de la dialéctica (…) La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en los primeros meses de la entrada de la Nueva Era, el 10 de diciembre de 1948, consta de 30 artículos que universalizan y adaptan las declaraciones parciales promulgadas anteriormente. Reconoce los derechos inherentes a la persona humana, inalienables y universales, referentes a libertad (de pensamiento, consciencia, religión, opinión, expresión, información, reunión y asociación, educación, etc.), derecho y seguridad social (salario adecuado, protección ante el paro forzoso, instrucción, seguro social, etcétera). Asimismo los Derechos del Niño, de la Mujer, del Anciano, que vienen a dar un cuadro de una nueva sociedad equilibrada de hombres equilibrados.”
De ahí que, gracias a la toma de conciencia por esta REEDUCACIÓN, los gobernantes y el pueblo, COMPRENDERÁN que violar estas Leyes naturales y divinas trae consecuencias tan funestas en la vida (no solo la cárcel sino hasta en su descendencia y las enfermedades, etc.), que NO LES ATRAERÁ LA CORRUPCIÓN y elegirán enérgicamente la inclinación al BIEN por propia cuenta.
De esta FORMA será cumplida la profecía Bíblica (en Apocalipsis) de la caída del mercantilismo y de la BESTIA (el materialismo abyecto):
“Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías;….y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas…”