Cuantas veces en nuestras vidas nos hemos visto contando los soles y calculando lo que queda en los 3 días que faltan para que paguen el sueldo, o mirando nuestro estado de cuenta esperando el milagro de que los 23 céntimos que tenemos de saldo se multipliquen por 100, o lo peor! pidiendo prestado.
Este es un fenómeno que sucede cíclicamente y le pasa a millones de personas sobre todo en países como el nuestro, donde una característica llamada Satisfacción Inmediata es muy común cuando comenzamos a ganar y a gastar dinero. La Satisfacción Inmediata no es más que esos “premios” que nos hacemos con dinero que aún no tenemos, por ejemplo comprarnos un TV último modelo de 50” pagado a 36 meses con la primera tarjeta de crédito que recibimos, o compra de suvenires al crédito, o adelantos de sueldo por que el fin de semana debía ir a pachanguear y al día siguiente un cevichón para cortar porque mi semana fue muy estresada y merezco relajarme, o viajes a playas exóticas con planes de pago eternos pero el selfie y los 376 likes lo merecen. Y luego, al ver el cheque…cara larga e insatisfacción, desgano en el trabajo, miro feo a mi jefe porque me descuenta el adelanto o me corro de los acreedores, me da taquicardia cuando llega el estado de cuenta o entro en depresión porque sumo, sumo, sumo y sumo y no alcanza para pagar las deudas.
Si te estás riendo es porque aquí debes haberte encontrado! Pero es posible curarse de esta “enfermedad” o comportamiento que termina siendo adictivo sin darnos cuenta? Si es posible y es muy fácil aunque puede resultar doloroso, SI NO LO NECESITAS NO LO COMPRES.
El problema radica cuando todo lo deseamos y por lo tanto siempre nos sentimos insatisfechos, (necesito el último iphone!) y el constante consumo, reconozcámoslo, nos hace felices!! Aunque no sepamos dimensionar el tamaño de la porción de los productos que adquirimos.
Que tan complicado, difícil o sufrible puede resultar estimar el grado de la Satisfacción Futura de las cosas que adquirimos, la verdad es que somos muy malos para eso porque tendemos a darle más valor a la satisfacción instantánea y para remate ni siquiera pensamos en las dificultades que pueden venir a futuro por satisfacer lo inmediato
Una manera muy simple de saber cómo manejamos nuestras finanzas es hacer un cálculo restando a nuestros ingresos los gastos, si la diferencia es positiva (cashflow o flujo de caja) y eso se mantiene constante mes a mes entonces puedes decir que estas logrando una libertad financiera, si es negativo o fluctúa entre negativo y positivo tal vez es tiempo de sentarte contigo mismo a analizar el tipo de gastos que tienes y cuál es tu prospección en cuanto a tus finanzas personales o familiares y comenzar a tomar decisiones.
Pero por qué es tiempo de tomar decisiones si yo tengo chamba y mes a mes recibo mi sueldo?, por que la proyección hecha por la OIT en cuanto a empleos para este año es que tiende a descender, en el año 2015 se registraron más de 197 millones de desempleados debido a los signos de debilidad que está mostrando la economía mundial haciendo que el empleo existente sea cada vez más vulnerable previéndose que este año el desempleo crezca en 3,4 millones, cada vez se contratan menos profesionales a tiempo completo por servicios específicos de acuerdo a las metas corporativas, y en estos tiempos de recesión una forma común de recorte es la de despedir a los profesionales que más ganan para ser reemplazados por empleados menos calificados pero que implican menos costos y más amoldables a las políticas de la empresa.
Es responsable de nuestra parte generar por lo menos un ingreso adicional si lo que ganamos no nos permite ahorrar o tener un flujo de caja, un excedente. Es importante mirar más allá del fin de semana o el fin de mes si realmente queremos disfrutar de las cosas que nos producen satisfacción inmediata sin sufrir un síncope cada vez que cuadramos nuestras cajas personales. Existen innumerables alternativas para hacer negocios con poca inversión y que pueden generarnos ingresos pasivos que suman al flujo de caja.
Un buen manejo de la economía genera emociones positivas y trae mayores oportunidades de crecimiento financiero, y si creces tú, crece tu familia y en consecuencia tu comunidad o ciudad.
Les dejo a modo de reflexión la paradoja del valor de Adam Smith: “¿Por qué el agua, que es tan útil, vale poco, y los diamantes que apenas utilidad tienen cuestan y valen mucho?”