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viernes, abril 19, 2024

Caso de mujer asesinada en Juanjui es un misterio

JOVEN MUJER ASESINADA

Juanjui. El caso de Rosita Arévalo Isuiza, la mujer motocarristra asesinada en la cercanía de la quebrada Shitari, en el trayecto Triunfo, Miraflores-Shepte, comprensión del distrito de Huicungo, debe llamar la atención del Estado y la ciudadanía para asumir acciones o programas de emprendimiento, ayuda social, y protección a la mujer trabajadora, sobre todo a aquellas de condición humilde, que por el infortunio de la vida han sido abandonadas con hijos menores en edad escolar y que hoy han visto en el oficio del transporte del trimóvil como una alternativa para apoyar la subsistencia de sus párvulos y familias.

Esta realidad ya se observa en los cinco distritos de la provincia de Mariscal Cáceres; el tema del negocio del transporte en motocarro que se creía era un asunto reservado solo para los varones, es hoy un oficio en el que también las mujeres empiezan a agarrar la posta.

Estas especialmente con problemas familiares a cuestas, no han visto mejor salida en medio de esta recesión económica asfixiante, pueden ganarse unos soles para el sustento de los suyos; pero que esta digna labor la realizan con el riesgo de sufrir abusos, asaltos, robos, vejaciones sexuales, incluso asesinatos, como el reciente caso de la joven Rosita Arévalo Isuiza (29).

Era madre con tres menores hijos a cargo, vivía en el barrio La Victoria de Juanjuí, todo el día se dedicaba a conducir pasajeros en su vehículo trimóvil con el que mantenía a su familia.

El mediodía del sábado 7 de octubre, fue el inicio de su día más aciago, sin penar que sus propios victimarios usaran sus servicios para acabar con su vida por motivos que hasta ahora se desconoce; así fue engatusada por dos sujetos que fungieron ser pasajeros compradores de naranja, para que las traslade con dirección a Campanilla a cambio de darle una buena paga. Aceptó la propuesta, pero en el camino fue desviada por el trayecto que une el pueblo Triunfo, ubicado en la margen de la carretera Fernando Belaúnde Terry con los caseríos de Miraflores y Shepte, ambos pertenecientes al distrito de Huicungo; donde sus homicidas la dieron muerte cerca a la quebrada de Shitari en las cercanía de la comunidad de Miraflores.

Este caso nos lleva a pensar en la dramática lucha por vivir cada día que afrontan sectores vulnerables como niños y mujeres de familias pobres que no tienen con qué solventar el pan de cada día.

La falta de trabajo, las enfermedades y los dramas familiares por el abandono y el disloque de los hogares. Madres con hijos abandonadas, madres adolescentes, jóvenes que no encuentran una “chamba” decorosa, familias afectadas por la drogadicción, es la realidad constante que confrontan principalmente las familias urbano marginales de Juanjui.

DATO:
Los familiares de Rosita Arévalo tuvieron que esperar desde el sábado por la noche para que los médicos legistas de la Morgue de Juanjuí, pudieran practicar la necropsia. Recién ayer después de 48 horas de larga espera y desesperación, la familia pudo tener el cadáver para velarlo y darle cristiana sepultura.

Los familiares han denunciado la actitud insensible de los médicos legistas; los encargados del mortuorio permanecen en Bellavista, dejan desamparada la morgue de Juanjuí, los domingos no atienden y ayer lunes tuvieron que esperar su santa paciencia para proceder con la necropsia, lo que hizo que el sufrimiento de deudos se prolongue y se torne dramática. Hace falta más piedad con el dolor ajeno. Las autoridades en este caso, viven un mundo de complejos, egoísmos y escasa vocación de servicio, que hace que no les importe el problema y la necesidad de la gente que sufre el drama de la muerte. (Carlo A. Pérez Pérez)

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