El censo 2017 es un evento importante y vital que nos proveerá de información estadística valiosa e indispensable para nuestras políticas públicas a futuro.
El censo por su naturaleza mecánica y gran magnitud es un proceso completo que implica tiempos, actores y procedimientos en sintonía con los ciudadanos. Cuando me refiero a tiempos es que existe un momento pre-censo, donde se acondiciona muchas variables; otro momento es el durante el censo, donde se ejecuta la acción y donde tendremos un mandato de inamovilidad, y existe un post censo – donde las planillas pasan a los ordenadores- que nos invita a reflexionar que vamos a hacer con los datos procesados y sistematizados. Tanto el conjunto de actores como los procedimientos se desplazan en la periocidad antes mencionada combinándose unos con otros para formar un sistema que es bueno analizar. Es indispensable entender la importancia del evento, comprender nuestra responsabilidad es cumplir nuestro deber, desde el encuestador – que debe de alejarse de todos los sesgos posibles- pasando por los digitadores hasta los ciudadanos que tienen el deber de proporcionar información real.
Entonces, realizando un buen Censo 2017 podremos tener una buena base para analizar, diseñar, implementar y evaluar políticas públicas.
Es importante entender que las políticas públicas son procesos decisionales complejos, y poco se pudiera hacer sin contar con información de la realidad, decidir sin información es caminar a ciegas. Con esto no quiero decir que el censo por sí va a generar calidad de políticas públicas en el Perú sino que es un instrumento importante como línea base ya Giandoménico Majone decía que para que el núcleo de la políticas públicas logren su objetivo era necesario poner algunos cinturones de fuerza, dicho de otro modo, sumarle otros componentes que permitan no solo estar sino desarrollarse en la agenda pública cumpliendo la solución de un problema público.
Por lo tanto entre el censo y las políticas públicas hay una responsabilidad que nos atañe a todos, cada uno jugando un papel importante, complementario con el otro. Hagamos, entonces, de este domingo 22 de octubre una demostración de responsabilidad cívica y democrática.