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jueves, marzo 28, 2024

¡Donde hay mujeres, hay menos corrupción!

En estas últimas semanas que visité algunas regiones de nuestro país me hicieron esta pregunta recurrente debido a los últimos escándalos que salieron a la luz ¿Hay mujeres corruptas? Mi respuesta fue – Si-, replique diciendo así como hay caballeros también hay damas involucradas en actos de corrupción en nuestro país, por lo que espero la justicia inicie el proceso regular de investigación; Sin embargo a pesar de todas las pruebas de la que somos testigos a diario sigo creyendo en la buena fe, honestidad, trabajo comprometido de muchas mujeres que realmente están luchando frontalmente contra este mal que es causante de la exclusión, pobreza y discriminación de la que son víctimas nuestros abuelas, madres, nosotras e inclusive nuestras hijas.

Creo en la premisa de que en los regímenes más democráticos, abiertos y transparentes es donde se fomenta la mayor presencia femenina y por ende hay menores niveles de corrupción. Ahora bien, ¿es lo segundo consecuencia de lo primero? Creo que las mujeres son más reacias a incurrir en conductas corruptas que los hombres, esto debido a que durante muchos años nosotras fuimos concebidas fruto de las diferencias en la educación y la exclusión de la que hemos sido víctimas en los ambientes sociales y políticos y creo que serían un absurdo que una mujer líder honesta sea parte de una red de corrupción.

Comparto nuevamente esta frase: “Si quieres combatir la corrupción, deberías elegir a una mujer en los puestos de dirección política”, porque nosotras las mujeres no somos tolerantes con la corrupción y la sociedad tampoco es tolerante con las mujeres que caen en actos de corrupción.
Asimismo los Informes realizados por organizaciones internacionales como Naciones Unidas, Banco Mundial o Transparencia Internacional, también apuntan a una menor incidencia de la corrupción cuando existe una mayor participación femenina en puestos de poder y toma de decisión. Pero resaltan, también, el negativo impacto que la corrupción tiene sobre las mujeres. Por un lado, hace mucho más difícil su acceso a los puestos de poder. Por el otro, no olvidemos que producto de la corrupción es la pobreza y discriminación, puesto que estas malas prácticas privan de fondos al Estado para invertirlos en servicios sociales y cuidados, lo que genera más pobreza entre la población más vulnerable. Según un estudio del World Economic Forum, el coste de la corrupción representa un 5% de Producto Interior Bruto (PIB) mundial, alcanzando unos 2.600 millones de dólares.

Nuestro compromiso como Red que forma y capacita a futuras mujeres autoridades es incluir talleres y capacitaciones orientadas a la ética en la función pública y cualquier ámbito donde ellas ejerzan su liderazgo de manera honesta y ética, es momento ya de romper con los círculos de la pobreza y exclusión, ser correcta y actuar con conciencia, es el camino.

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