Juanjui. Muchas huertas de Juanjui son invadidas por gran cantidad de los dañinos caracoles “africanos”, sin que las familias especialmente los niños tomen conciencia del grave riesgo para la salud que significa entrar en contacto con este molusco que según los expertos genera parásitos y bacterias capaces de producir terribles enfermedades en los seres humanos.
Los vecinos de Juanjuí señalan que los caracoles son encontrados pegados en las paredes, plantas y jardines de sus viviendas; incluso son objetos de juego por parte de los niños que no comprenden los peligros que pueden causar.
Al respecto, las autoridades de Salud de Juanjuí, desde hace varios días cuando detectaron la aparición de la plaga, iniciaron una campaña de concientización con las recomendaciones para combatir esta plaga.
Entre las advertencias está el no tocarlos; evitar el contacto con la baba del caracol en ojos, nariz y boca; no arrojar a la basura ni maltratarlos, sino que deberá utilizar guantes o bolsas plásticas para sumergirlos en un recipiente de agua con sal; eliminar restos de madera y materiales de construcción o cualquier elemento que pueda ser utilizado como refugio del caracol.
EL DATO
Estos caracoles no son aptos para el consumo humano y pueden causar enfermedades como meningitis, bronquitis, trastornos intestinales y encefalitis.
Se alimenta de plantas, pero también consume desperdicios, por lo que genera parásitos y bacterias perjudiciales para los humanos.
Otro dato importante es que estos animales son hermafroditas y se reproducen a gran velocidad, por lo que llegan a poner hasta 1200 huevecillos.
Lo más característico del molusco es su tamaño, llegan a medir hasta 15 y 20 centímetros, casi como un puño, a diferencia de un caracol nativo, que es más pequeño. (Carlo Augusto)