“Que se vayan todos los corruptos”, es la voz que escuchamos hace unos días luego de conocerse la solicitud de vacancia del presidente de la República Pedro Pablo Kuczynski, por incapacidad moral, solicitados por un grupo de congresistas de la República.
Y claro que estamos cansados de ver, cómo es que nuestros políticos hacen de las suyas sin importarles el bienestar común.
Con el pasar de los años, lo único que se ha podido asegurar es que una gran mayoría de quienes gobiernan nuestro país, ciudad o región, se mueven bajo intereses personales o de grupos que parecería, solo les importa devolver favores a sus cercanos colaboradores.
El pedido de vacancia será discutido por los congresistas, mañana, luego de escuchar al presidente de la República el tiempo que sea necesario para explicar sus vínculos con Odebrecht, luego que se conociera los contratos y pagos que realizó la compañía brasileña a Westfield Capital y First Capital, firmas vinculadas a él y su socio chileno Gerardo Sepúlveda.
Cómo aportamos nosotros a que la moral en nuestro país sea real, ya que nos quejamos de los politícos que tenemos, por lo que pedimos que se vayan todos. ¿Cumplimos acaso con nuestras obligaciones? ¿Somos cívicamente responsables, respetamos las normas y el derecho de los demás?
Lo que es cierto es que estamos cansados de ver cómo es que la historia se repite una y otra vez, que cada representante vuelva a servirse del pueblo y no sirva a la población.
Nos sentimos desprotegidos, ahora estamos viendo cómo las cosas se van acomodando para evitar la vacancia, pero ya el sinsabor está en todos los ciudadanos.
Mañana es una fecha decisiva para la política peruana, no debemos bajar la mirada ni la atención al comportamiento de nuestros representantes. Es nuestro deber y derecho.