La obra de agua potable en Juninguillo, Moyobamba, atraviesa una seria crisis. A más de un año de su inicio, el avance no supera el 43%, muy por debajo de lo esperado según el cronograma.
El proyecto, que debía estar culminado en octubre de este año, ha quedado entrampado por las constantes disputas entre el consorcio ejecutor y la supervisión, situación que incluso ha derivado en denuncias ante el Ministerio Público. De resolverse el contrato, la obra podría quedar paralizada indefinidamente.
En entrevista con Interactiva Noticias, Jesús Elescano Yupanqui, miembro del Frente de Defensa de Moyobamba (FEDEIMAM), explicó que el retraso responde a problemas técnicos y financieros derivados de un expediente mal formulado por la OTASS, con irregularidades en aspectos topográficos y geotécnicos.
Uno de los puntos más críticos es la captación de agua, cuya ubicación inicial resultaba riesgosa por la inestabilidad del terreno. También se cuestiona la reubicación del sedimentador y la seguridad de las zapatas del pase aéreo sobre el río Mayo.
Pese a estas dificultades, el reservorio de 2,500 m³ es el único componente con un avance significativo, cercano al 99%.
Durante la reunión realizada en el poblado de Nuevo Progreso Metoyacu, los pobladores y autoridades acordaron convocar a una reunión de urgencia en Moyobamba con todos los actores involucrados. Sin embargo, no se llegó a acuerdos concretos y aún no hay fecha definida.
Elescano advirtió que la demora en la culminación del proyecto afecta directamente a los vecinos de Moyobamba, especialmente al barrio Zaragoza, donde el servicio de agua es restringido y se corta desde las 10 de la noche hasta la madrugada, lo que expone a la población a riesgos de salud.
El FEDEIMAM exige que las autoridades muestren voluntad política real para salvar la obra, que es clave para resolver los problemas de agua potable que hoy sufre la ciudad.



