Un operativo policial en Pachiza reveló nuevamente la magnitud de la extracción ilegal de agregados en la región. Maquinarias valorizadas en más de S/ 6.5 millones fueron inmovilizadas, mientras persiste el silencio de las municipalidades distritales y se expande la informalidad que compromete los ríos del Alto Huallaga y sus afluentes.
La amenaza a las cuencas hídricas de la región San Martín bajo amenaza
En un nuevo golpe contra la minería ilegal de agregados, un operativo conjunto realizado en el distrito de Pachiza (provincia de Mariscal Cáceres) permitió constatar la existencia de actividades extractivas sin autorización en la zona conocida como “Cantera Pachiza”, un punto crítico para la degradación de las cuencas hídricas del Alto Huallaga.

La intervención estuvo a cargo de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA), con el apoyo de 25 efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) pertenecientes a diversas unidades. Durante la inspección, las autoridades hallaron dos cargadores frontales, tres vehículos mayores —placas C7N-761, F6X-892 y C7A-767— y una máquina clasificadora, todas operando sin documentación que acreditara autorización para la extracción de mineral no metálico.
Ante esta situación, la FEMA dispuso la inmovilización de los bienes, valorizados en S/ 6,500,000.00, una cifra que evidencia el nivel de inversión y organización detrás de estas operaciones ilegales que se expanden frente a la pasividad o permisividad de algunas municipalidades distritales.
Las autoridades informaron que no se registraron novedades respecto al personal policial, armamento o munición durante el operativo. Sin embargo, advirtieron que se continuarán las acciones para frenar delitos ambientales que vienen deteriorando riberas, afectando cauces naturales y comprometiendo la disponibilidad de agua para consumo humano y actividades agrícolas.

El incremento de la informalidad en el negocio de material agregado no solo carcome terrenos ribereños, sino que también tensiona el equilibrio ecológico de la región. Mientras tanto, comunidades locales y especialistas alertan que la ausencia de control efectivo por parte de los gobiernos locales permite que estas amenazas avancen hacia escenarios de mayor impacto.
La región San Martín, con un crecimiento urbano acelerado, enfrenta así una doble vulnerabilidad: la presión del mercado de agregados y la falta de fiscalización municipal. Un binomio que, de no frenarse, podría comprometer de manera irreversible sus cuencas hídricas.



