Alfonsina Storni (Suiza 29-05-1892 – Mar del Plata 25-10-1938), maestra, actriz, periodista, poeta, socialista, feminista. Con sus versos y desafío a los prejuicios de una sociedad machista y oligarca. Se suicidó como los grandes escritores latinoamericanos Horacio Quiroga, Leopoldo Lugones.
Alfonsina, dispuesta a todo
Alfonsina fue la tercera hija del matrimonio Storni a quien llamaron Alfonsina, que quiere decir dispuesta a todo. En 1896 la familia retornó a Argentina instalando un café en Rosario. En 1907 cuando tenía 15 años llegó a Rosario la compañía de teatro de Manuel Cordero, donde reemplazó a una actriz que enfermó viajando con la compañía por Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero y Tucumán. Cuando volvió estudió para maestra rural y se vinculó a dos revistas literarias, Mundo Rosarino y Monos y Monadas donde publicando sus primeros poemas.
Se traslada a Buenos Aires
En 1911 decide trasladarse a Buenos Aires llevando un pobre equipaje, libros de Rubén Darío y sus versos. Allí nace su hijo Alejandro el 21 de abril de 1912, enfrentando sola su condición de madre trabajando en la revista Caras y Caretas. En 1916 publica su primer libro La inquietud del rosal. En junio del mismo año publica en Mundo Argentino un poema titulado Versos otoñales, impresionando a los poetas de su generación por su capacidad de mirarse por dentro. Aquí un extracto del poema:
Al mirar mis mejillas, que ayer estaban rojas
he sentido el otoño; sus achaques de viejo
me han llenado de miedo; me ha contado el espejo
que nieva en mis cabellos mientras caen las hojas.
En 1919 publica Irremediablemente y en 1920 Languidez, posteriormente Mascarilla y trébol y una Antología poética con sus poemas preferidos.
El final de Alfonsina
En 1935 le diagnosticaron cáncer de mama y le quitaron el seno derecho. Dos años después su salud empeoraría rápidamente y los médicos le dieron seis meses de vida por lo que decidió viajar a Mar del Plata, se alojó en el hotel San Jacinto y allí compuso el que sería su último poema que tituló Voy a dormir, y lo envió al diario La Nación. El 25 de octubre salió del hotel, caminó hacia la playa, se subió a un espigón y saltó al mar. Como uno de sus zapatos quedó atrapado entre los hierros, se pudo saber el lugar preciso de la caída. La poeta que entonces tenía 46 años. Aquí un extracto del poema:
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.
Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido
Alfonsina y el mar
“Por la blanda arena que lame el mar su pequeña huella no vuelve más…” dice la canción que escribieron Ariel Ramírez y Félix Luna para contar el suicidio de la poeta Alfonsina Storni. “Sabe Dios qué angustia te acompañó, qué dolores viejos calló tu voz…” sigue la hermosa canción. Con la licencia que da la poesía habla de una Alfonsina que le dice a su nodriza que, «si llama él» no se le diga nunca que ella está. «Di que me he ido», completan Ramírez y Luna su idea poética de la despedida de Alfonsina.
Fuentes consultadas:
Eduardo Silva. https://www.visitemosmisiones.com
Fernando Klein. Horacio Quiroga y Alfonsina Storni, Amor, locura y muerte. (Sudamericana). 2020



