El diagnóstico educativo para la elaboración del Proyecto Educativo Local (PEL) de Alto Amazonas al 2036, presentado recientemente en un panel fórum en Yurimaguas con la participación especial del investigador amazónico Róger Rumrril, ha encendido las alarmas: las últimas mediciones de la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) revelan que más del 44% de los alumnos de segundo grado de primaria y cuarto de secundaria se encuentra en nivel “previo al inicio” y otro porcentaje casi similar “en inicio”, en lectura, matemática, ciencias sociales y ciencia y tecnología.
En algunos distritos, el nivel satisfactorio simplemente no aparece. La situación es aún más crítica en la educación intercultural bilingüe, donde las brechas de aprendizaje son profundas. El informe no solo habla de resultados académicos, también evidencia infraestructura precaria y de difícil acceso, aulas sin condiciones adecuadas, alta deserción escolar y baja permanencia de los estudiantes en el sistema.
A esto se suma la escasa capacitación docente, un factor que impacta directamente en la calidad de la enseñanza. Autoridades locales, estudiantes y diversos sectores se han reunido en talleres de socialización para analizar este panorama y buscar soluciones.
La meta: construir un PEL al 2036 con estrategias innovadoras, enfoque inclusivo y cambios profundos en la pedagogía. Hay una lluvia de ideas y propuestas que se presentarán al Gobierno Regional de Loreto: priorizar presupuestos y financiamiento para ejecutar el Proyecto Educativo Regional (PER) al 2030 y el PEL al 2036; implementar un centro regional de investigación educativa que promueva la indagación y el pensamiento científico pedagógico; revalorar la formación docente como política territorial prioritaria, entre otras. El tiempo corre.
El desafío es claro: revertir la crisis antes de que se pierda otra generación de estudiantes. Las cifras no solo describen un problema educativo, sino un riesgo para el desarrollo social y económico de la región.



