El distrito de Barranquita, ubicado en la provincia de Lamas, región San Martín, inició una singular medida de protesta bloqueando el tránsito vehicular hacia los pueblos asentados en los valles de los ríos Caynarachi, Huallaga y Yanayacu. Los pobladores exigen al gobernador regional, Walter Grundel, atención inmediata a un pliego de demandas que, afirman, ha sido postergado desde la creación del distrito, hace más de 60 años.
Pese a contar con una carretera asfaltada que permite el movimiento comercial diario con Yurimaguas y otras localidades, Barranquita carece de servicios básicos eficientes de agua, desagüe y electricidad. “¿Cómo es posible que con estas condiciones de conectividad aún no tengamos agua y alcantarillado?”, cuestionan los vecinos consultados por Voces, quienes responsabilizan a las autoridades locales por la falta de gestión en proyectos esenciales.
Actualmente, la población solicita al Gobierno Regional de San Martín (Goresam) presupuesto y disponibilidad financiera para la elaboración de expedientes técnicos que permitan ejecutar los proyectos de agua y desagüe tanto en la zona urbana como rural del distrito.
A ello se suma un compromiso pendiente desde el 2024 sobre la mejora de la conectividad vial entre Barranquita y las comunidades de El Piñal y Unión de Cachizapa, que tampoco se ha cumplido.
El pliego de reclamos incluye también:
- Reconocimiento y codificación de trochas carrozables por parte del Instituto Vial Provincial (IVP) Lamas.
- Creación de un centro de salud de nivel I-3, con área de hospitalización, equipamiento y una ambulancia.
- Instalación de una oficina de la empresa Oriente para optimizar el servicio eléctrico.
Mientras no se atiendan estas demandas, los pobladores aseguran que continuarán con sus medidas de fuerza en defensa de sus derechos básicos y de la mejora de su calidad de vida.