San Martín se ubicó en el puesto 19 del INCORE 2025, alcanzando su mejor puntaje histórico con 4.8 puntos, aunque cayó una posición respecto al año anterior. El descenso se explica principalmente por el retroceso en el pilar de Salud, donde bajó del puesto 18 al 22 debido al incremento del embarazo adolescente de 13% a 17.9%, el aumento de la desnutrición crónica infantil (18.4%), la baja cobertura médica (9.6 médicos por cada 10 mil habitantes, puesto 25) y una reducida disponibilidad de camas hospitalarias (0.99 por cada mil habitantes).
Desde el análisis económico, el pilar de Entorno Económico se mantuvo en el puesto 19, pero con señales mixtas: el PBI real per cápita alcanzó los S/ 6,548, mejorando una posición, mientras que el gasto real mensual por persona llegó a S/ 805. También se observó una mejora en el acceso al crédito, con un 41.5% de adultos con créditos (puesto 11). Sin embargo, persisten desafíos como el precio elevado de la electricidad (S/ 0.74 por kWh, puesto 24) y el limitado acceso al transporte aéreo (puesto 24). En el ámbito laboral, la región escaló al puesto 16, gracias a la mejora en la fuerza laboral educada (puesto 6) y la disminución de jóvenes que no estudian ni trabajan (13%), aunque todavía el 34.4% de trabajadores ganan menos del salario mínimo y la formalidad laboral es solo del 28%.
En Instituciones, San Martín mejoró cuatro posiciones (puesto 18), destacando el aumento en la percepción positiva de la gestión pública regional de 24% a 28.7%, mientras que la recaudación municipal por habitante sigue baja (S/ 18). En Educación, persisten grandes brechas de aprendizaje: solo 17.3% de los estudiantes de primaria logran niveles satisfactorios en matemáticas, y el 18% en lectura. No obstante, la infraestructura escolar mejoró en conectividad y servicios básicos.
Finalmente, en Infraestructura, el acceso al agua potable alcanzó el 92.2% y al saneamiento el 72.1%, aunque el uso de internet (puesto 15) y el precio de la energía eléctrica siguen siendo limitantes. San Martín muestra avances importantes en aspectos económicos e institucionales, pero los retrocesos en salud y educación exigen políticas públicas focalizadas y urgentes para consolidar su desarrollo.