Frida Kahlo (México 1909 – 1954), fue una pintora mexicana, militante comunista de obra y vida excepcional. Sus 150 pinturas tratan de autorretratos, abortos, amputaciones y múltiples operaciones que tuvo que soportar. Elena Poniatowska y Hayden Herrera son las que más fidedignamente escribieron sobre ella. Repacemos extractos de la obra, FRIDA. Una biografía de Frida Kahlo. Escrita por Hayden Herrera.
Recuperación milagrosa
“Frida salió del hospital de la Cruz Roja el 17 de octubre, exactamente un mes después del accidente. El 18 de diciembre, tres meses después del accidente, Frida se había recuperado lo suficiente para ir a la ciudad de México. Como no pudo presentar los exámenes finales en otoño de 1925 no se inscribió para el nuevo año escolar. Los gastos médicos fueron grandes y la familia necesitaba dinero, por lo que Frida trabajaba en una fábrica. El trabajo en la fábrica no duró mucho y se colocó aprendiza de grabado a sueldo con un amigo de su padre, el próspero impresor comercial Fernando Fernández. Éste la enseñó a dibujar mediante la copia de estampas hechas por el impresionista sueco Anders Zorn, y descubrió que tenía un «talento enorme».
Primera experiencia homosexual
“Durante este periodo de estar buscando trabajo, Frida conoció a una empleada de la biblioteca de la Secretaría de Educación Pública, cuando fue a solicitar el trabajo. Ésta la sedujo y fue una experiencia traumática porque sus padres se enteraron del asunto. Resultó un escándalo.”
La original Frida
“A los 18 años, Frida definitivamente ya no era la niña de la preparatoria, se encontraba convertida en una mujer moderna imbuida de impetuoso optimismo, desafiante de la moral convencional e impasible ante la desaprobación de sus compañeros más conservadores. La intensa originalidad de su nueva persona se manifiesta en la serie de fotografías tomadas por Guillermo Kahlo el 7 de febrero de 1926. Desde todas las fotografías nos observa con una mirada aguda y desconcertante, llena de esa mezcla de sensualidad y enigmática ironía que reaparece en tantos autorretratos suyos. Durante toda la vida usaría su inteligencia, atracción magnética y dolor para conservar su ascendiente sobre sus seres queridos.”
Decepción amorosa
“Para entonces, el desacuerdo entre Frida y Alejandro (su primer novio) se había convertido en una riña seria. En una carta pone de manifiesto que él la acusó de ser «fácil». En otra, ella prácticamente lo admite: «Aunque haya dicho «te quiero» a muchos y haya tenido citas y besado a otros, en el fondo sólo te he amado a ti.» En carta de 19 de febrero de 1926 le dice que estaba «dispuesta a hacer cualquier sacrificio para compensar un poco el mal que te he hecho…, en cambio de todo lo que no te pude o no te supe dar te voy a ofrecer lo único que a nadie más que a ti te daría, seré tuya, el día que quieras, para que siquiera eso te sirva de prueba para justificarme un poco».”
Ruego y reclamo por la ruptura
“Frida trató de convencer a Alejandro de que estaba reformando su carácter. Que rehacería su vida para llegar a asemejarse más a la muchacha de la que él se enamoró tres años antes. A veces se enojaba: «Me dijiste el miércoles que ya era hora de que acabara todo y que siguiera yo para donde podía seguir», escribió el 13 de marzo. Tú crees que eso no me duele, porque muchas circunstancias te hacen creer que no tengo ni gota de vergüenza y que no valgo nada y no tengo nada que perder ya, pero me parece que ya te he dicho, “que si para ti no valgo nada, para mí valgo más que muchas otras muchachas”, cosa que tú interpretarás como pretensión de ser una muchacha excepcional (título que tú alguna vez me diste, ahora no me explico por qué).”
Bibliografía
Raquel Tibol. Frida Kahlo. Una vida abierta. Editorial UNAM. 2002
Hayden Herrera. FRIDA. Una biografía de Frida Kahlo. Editorial Diana. 1983