Ucayali, San Martín y Loreto son las regiones más afectadas. En los dos primeros, el porcentaje de alumnos de cuarto grado que alcanzó un nivel satisfactorio en matemáticas no supera el 11 %.
En primaria, los alumnos de 2° grado solamente lo alcanzan un 11,2 %, mientras que en los de 4° registran un 22,5 %. La Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) advirtió que no se han observado avances significativos en el sistema educativo.
En Matemáticas, solo el 11,2 % de los alumnos de segundo grado alcanzaron un nivel satisfactorio, porcentaje que se eleva apenas al 22,5 % en el caso de los estudiantes de cuarto.
Ante estos resultados, la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) señaló que no se han registrado progresos importantes en el sistema educativo. Más aún, los datos demuestran un retroceso si se analizan por regiones.
En particular, para este centro, el desempeño de los alumnos de cuarto grado es alarmante. Esa cifra es inferior a la registrada en 2019, cuando un 34% de los estudiantes logró estos resultados.
En Loreto, la situación es aún más crítica, con apenas un 4,4 % de escolares con resultados satisfactorios en esta área, lo que implica que más del 95 % no lograron adquirir los aprendizajes esperados.
Mónica Muñoz-Nájar, economista de REDES, subrayó que estos bajos resultados están relacionados principalmente con la calidad del servicio educativo actual.

“Un 25 % de los directores de instituciones educativas señalaron que un problema grave para alcanzar logros de aprendizaje es la falta de capacitación docente, pese a que en los últimos 10 años su salario se ha duplicado. Esto no ha conllevado a una mejora en la calidad del sistema educativo”, explicó la especialista.
Muñoz-Nájar señaló también que los docentes en zonas rurales enfrentan diversas problemáticas, tales como infraestructuras escolares inadecuadas, escaso acceso a materiales y, en algunos casos, la necesidad de recorrer largas distancias para llegar a las escuelas.
La especialista agregó que la agenda educativa debe ser priorizada para garantizar mejores resultados y asegurar que, a largo plazo, los alumnos no comprometan su acceso a mejores oportunidades.
“Aunque es responsabilidad del Estado garantizar una educación de calidad, es igualmente esencial que todos los sectores de la sociedad participen activamente en la solución de estas deficiencias”, mencionó.
De la misma forma, especificó que “estas evaluaciones tienen que realizarse todos los años a fin de conocer cuál es la situación en la que se encuentra el sector educativo, en el cual se invirtió, anualmente, el 14 % del presupuesto público en los últimos cinco años”.
“Recordemos que, sin buenos resultados, un alumno podría no acceder a buenas oportunidades de empleo ni a buenos salarios. Consecuentemente, esta situación repercutirá negativamente en su calidad de vida y bienestar”, explicó.