Chazuta, San Martín. La comunidad Kichwa Túpac Amaru fue escenario del Encuentro de Pueblos Indígenas sobre Mercados de Carbono «Impactos, Iniciativas y Resistencias” que congregó a representantes de Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia y Paraguay. La cita se desarrolló en un clima de diálogo, reflexión y reafirmación de los derechos sobre la tierra y la autodeterminación.
El evento, impulsado por las federaciones Kichwas FEPIKECHA, CEPKA y FEPIKBHSAM; culminó con la suscripción de la Declaración de Túpac Amaru, documento en el que los pueblos reunidos expresaron su firme rechazo al despojo territorial derivado de proyectos de conservación excluyente y de los mecanismos del mercado de bonos de carbono. Según señalaron los dirigentes, estas prácticas son promovidas sin consulta ni consentimiento, vulnerando los derechos reconocidos en instrumentos internacionales como el Convenio 169 de la OIT.
Durante las jornadas de trabajo, líderes y lideresas de los pueblos Kichwa, Awajún, Wampís (Perú), Cofán, Inga, Nasa (Colombia), Guaraní, Monkoxi (Bolivia), Shuar (Ecuador), Enxet y Sanapana (Paraguay) compartieron testimonios sobre las consecuencias sociales, culturales y ambientales de las iniciativas que restringen el acceso a los territorios ancestrales bajo el pretexto de la conservación. Advirtieron que este modelo no solo desplaza a las comunidades, sino que además las criminaliza cuando ejercen sus prácticas tradicionales de uso de la tierra, tal cual sucede en la región San Martín en áreas naturales protegidas creadas sin consulta ni consentimiento previo.
La declaración suscrita enfatiza que la Amazonía no puede entenderse como un territorio vacío para la mercantilización del carbono, sino como un espacio vivo, habitado y protegido por los pueblos que lo custodian desde tiempos inmemoriales. En ese sentido, exigieron que se reconozca a los pueblos indígenas como sujetos políticos plenos y actores fundamentales en las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático.
Los representantes coincidieron en que la unidad regional resulta clave para enfrentar las presiones externas que amenazan con fragmentar sus territorios. Subrayaron, además, que los Estados deben abandonar los enfoques asistencialistas y adoptar políticas públicas que respeten y fortalezcan la gobernanza indígena, garantizando la participación efectiva en la toma de decisiones. En este sentido, y pese a que el Perú se encuentra relegado frente a otros países de la región en lo concerniente a reconocimiento de la autonomía indígena, se destacó el caso de las naciones Wampís y Awajún, las que autoproclamaron sus respectivos gobiernos territoriales autónomos. El primero, incluso, logró reconocimiento internacional de forma pionera como TICCA o territorio de vida.
Finalmente, el encuentro fue valorado como un espacio histórico de articulación internacional, en el que los pueblos reafirmaron su compromiso con la defensa de la vida, la justicia climática y la continuidad cultural de las nuevas generaciones.