La ENDES 2024 indica que el 38% de los niños entre 6 y 35 meses tienen anemia
Las cifras recientes evidencian que se requiere fortalecer el sistema de salud infantil, y ampliar la infraestructura y atención médica para responder a la demanda.
En nuestra región, la salud infantil enfrenta desafíos que no podemos ignorar: la desnutrición crónica, la anemia en niñas y niños pequeños y las brechas en la capacidad de respuesta del sistema de salud.

Las cifras más recientes muestran que, pese a algunos avances, todavía es necesario reforzar la atención a la primera infancia y mejorar la infraestructura médica para responder a la creciente demanda.
“San Martín todavía tiene mucho por hacer para asegurar que todos los niños y niñas crezcan sanos y fuertes. La persistencia de la desnutrición crónica muestra que las acciones actuales no alcanzan a todas las familias ni garantizan un seguimiento continuo. Es fundamental que las autoridades regionales y locales refuercen las estrategias de nutrición, el control del crecimiento infantil y el acompañamiento comunitario para lograr avances reales y sostenibles en la salud de nuestros pequeños”, señaló Franco Saito, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2024, el 10% de los niños y niñas menores de cinco años en San Martín sufrió desnutrición crónica. Esta situación representa un riesgo que, de no atenderse a tiempo, podría afectar el desarrollo integral de la primera infancia.
La anemia infantil también sigue siendo un problema importante. La ENDES 2024 indica que el 38% de los niños entre 6 y 35 meses tienen anemia, lo que repercute en su desarrollo cerebral y en su aprendizaje. Este panorama muestra la necesidad urgente de reforzar la suplementación con hierro, los controles de crecimiento y desarrollo, y acompañar a las familias para mejorar la alimentación desde los primeros meses de vida.
Por si fuera poco, la presión sobre los servicios de salud en San Martín es cada vez mayor. Según el Ministerio de Salud, el 98% de los establecimientos del primer nivel de atención –los que se encargan de prevenir riesgos y detectar problemas de manera temprana– operan con infraestructura y personal insuficientes. Esto genera servicios limitados, ambientes deteriorados y dificultades para atender a toda la población de manera oportuna.

“Cuando los establecimientos de primer nivel operan con recursos insuficientes, no solo se afecta la atención inmediata, sino también la prevención de enfermedades y el seguimiento del crecimiento infantil, lo que tiene un efecto acumulativo en la salud de toda la población. Invertir en infraestructura, personal y equipamiento no es un gasto adicional, sino una inversión estratégica que mejora la productividad futura y reduce costos por enfermedades prevenibles. Para San Martín, fortalecer estos servicios es fundamental a fin de garantizar que cada niño y niña tenga un inicio de vida saludable, lo que a su vez contribuye al desarrollo sostenible de la región”, concluyó Saito.
DATO
El estudio del MINSA también revela que San Martín (50%) muestra uno de los porcentajes más bajos con inadecuada capacidad hospitalaria al 2024, lo que sugiere intervenciones efectivas en infraestructura y equipamiento.



