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Sin bosque, sin agua, sin tecnología: San Martín en deuda con su propio futuro

Acabamos de celebrar los 119 años de creación política (4 de septiembre de 1906, según registra la historia) y apenas tres semanas después de haber decidido con nuestro voto popular ser Región Autónoma, nos enfrentamos a un momento decisivo. No es una simple coyuntura: es una encrucijada de la historia, para la vida misma de la Humanidad frente a fenómenos naturales extremos – sequías prolongadas, estrés hídrico, incendios forestales cada vez más agresivos – agravados por el cambio climático, alimentado por nuestras propias acciones e inacciones, las de la sociedad y, sobre todo, de nuestros gobernantes.

Nuestra región San Martíncon sus bosques y su gente, constituye nuestro capital más preciado. En todo el planeta, los bosques son el mecanismo de defensa más eficaz contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Son hogar de millones de seres vivos, y el mundo de pueblos indígenas orgullosos, portadores de sabiduría ancestral.

Sin embargo, repetimos un error profundo: “sin inversión no hay conservación, sin conservación no hay producción, y sin producción no hay exportación.” Y mientras hablamos desde los círculos políticos desde los escritorios, desde el gabinete, proclamándonos región verde, inclusiva, solidaria y revolucionaria productiva, el colapso avanza silencioso. Somos Pilatos: lavamos las manos mientras nuestros bosques desaparecen frente a nosotros.

La deuda ambiental de San Martín

Entre 2001 y el 12 de octubre de 2021, se perdieron 483 960 ha de bosque en San Martín —una cifra alarmante para nuestro patrimonio foresta datos de  Andina Actualidad Ambiental en el país

Solo en 2022, la región perdió 17 762 ha, equivalentes a 41 veces la extensión de la Laguna Sauce. El 62 % de esa pérdida se concentró en Bellavista, Mariscal Cáceres, Lamas y Moyobamba. En las últimas dos décadas, el departamento perdió cerca de medio millón de hectáreas, ubicándose entre los territorios con mayor pérdida acumulada del país. Además, más de 81 450 ha fueron devastadas en áreas de comunidades nativas, campesinas y zonas protegidas registan datos oficiales del Minam.

En todo el Perú se perdieron 146 575 ha de bosque amazónico en 2022, y San Martín fue la cuarta región más afectada, con 17 764 ha. La tasa de incremento anual de deforestación en San Martín fue del 36 % respecto a 2021, una de las más altas del Perú, señala la Fundación por los Bosques en un artículo publicado en el Diario La República

Según Global Forest Watch, entre 2002 y 2022, San Martín perdió 37 600 ha de bosque primario húmedo, equivalente al 11 % de esa cobertura; además se pierden unas 17 000 ha de bosque al año en nuestra región datos publicados en RPP Noticias.

Amenazas que socavan nuestro futuro

La minería ilegal avanza sin control en Chipurana, Huimbayoc, Santa Lucía, zonas Awajún, Nuevo Progreso o Santa Catalina, extrayendo oro aluvial con métodos artesanales altamente contaminantes

El tráfico de tierras y cultivos ilegales de coca —unas 2 524 ha en Huallaga— brota en tierras sin títulos saneados, fomentando el narcotráfico y la informalidad institucional

Los defensores ambientales, muchas veces indígenas (Kichwa, Awajún, Shawi), sufren amenazas constantes: entre 2019 y 2024 se reportaron 40 casos, afectando a 53 personas. En el 80 % fueron amenazas directas, en el 8 % agresiones físicas o psicológicas. Dos líderes —Emilio Marichi y Quinto Inuma— fueron asesinados luchando por nuestros bosques

El lavado de activos creció un 232 % entre 2019 y 2023, con operaciones por más de 53 millones de dólares en 2022. En octubre de 2023, un incendio consumió unas 40 ha del bosque primario en la Cordillera Escalera, una zona clave de regulación hídrica para más de 250 mil personas.

Iniciativas esperanzadoras, pero insuficientes

Algunas respuestas regionales y nacionales han surgido, aunque todavía tardías: En 2022 se aprobó la Ordenanza N.º 002-2022-GRSM/CR, declarando prioritario el control de la deforestación, la vigilancia forestal, el cambio climático y el desarrollo rural bajo en emisiones. La meta: producir más de 10 millones de plantones (70 % forestales, 20 % frutales, 10 % ornamentales) con viveros en Alto Mayo (4 millones), Tarapoto (5 millones) y Tocache (1 millón) informó la Agencia Andina

Por su parte, OSINFOR brindó asistencia técnica, en 2024, a 24 titulares de CUSAF, promoviendo sistemas agroforestales y silvopastoriles; en 2023 ya apoyó a 383.

En un informe del Diario Español El País se da cuenta que las Comunidades Awajún, en el Alto Mayo con respaldo de Conservación Internacional, están rescatando la vainilla pompona, combinando agroforestería y conservación, dando valor ancestral y económico al bosque En Además se da cuenta que se descubrieron 27 especies nuevas para la ciencia (un ratón anfibio, ranas, salamandras), además de peces, mariposas y escarabajos. Muchos están amenazados y refuerzan la urgencia de conectar áreas protegidas como el Bosque de Protección Alto Mayo y la Cordillera Escalera mediante corredores ecológicos.

El legado de nuestros pueblos y lo que está en juego

Si no preservamos nuestro capital natural y cultural, estamos matando “la gallina de los huevos de oro”. Nuestra agricultura —arroz, café (25 % de la producción nacional, más de 89 800 TM en 2020 y 77 800 TM en 2021 según la Junta Nacional de Café)— y cacao (exportaciones crecientes, aunque con caída de precios desde el récord de S/ 36/kg) podría liderar, pero la mayoría de productores carecen del apoyo técnico y crediticio del Estado, señala el Diario Regional Voces. Sin inversión —en salud, educación, agua, energía, conectividad, turismo, formación, marketing, agroindustria— no hay desarrollo real, apunta la nota.

Perspectiva urgente y una deuda pendiente

Tenemos la capacidad de articular los tres niveles de gobierno, de aliar público y privado, para invertir en infraestructura social, económica y productiva. La brecha en salud y educación es masiva; los proyectos de agua y saneamiento en Tocache, Moyobamba, Juanjuí, etc., siguen paralizados; los aeropuertos (Tocache, Rioja, Juanjuí) duermen mientras el de Tarapoto necesita impulso; las carreteras están colapsando; el servicio eléctrico urbano y rural es obsoleto e insuficiente; el turismo no se articula ni planifica con fuerza.

Propuesta de acciones concretas

Fomentar café y cacao bajo agroforesteríasistemas silvopastoriles intensivospresas y siembra y cosecha de aguariegos tecnificados.

Establecer moratoria de 10 años para nuevas carreteras y extracción de agregados de ríos.

Fortalecer formalización minera real, legalidad, seguridad jurídica y conservación comunitaria (como en Ronsoco Cocha, que detuvo la pérdida forestal de 2.86 ha/año a cero)

Crear corredores de biodiversidad y turismo cultural; formar guías locales; promover cinematografía ambiental; revalorizar a nuestros pueblos originarios.

Construir e implementar tres Plantas de Procesamiento de Alimentos (norte, centro y sur de San Martin)

Crear plantas de manejo y tratamiento de Residuos sólidos con criterio de economía Circular: La aplicación de la economía circular como política pública es el camino.

Es por ello que debemos reconocer que como pueblo o ciudadanía es que tenemos una deuda pendiente con nuestra región San Martín, con nuestra Amazonía y sus pueblos originarios. Sin bosques, sin agua, sin tecnología, no existirá desarrollo económico. Esta deuda requiere acción inmediata, sincera y coordinada, antes de que el colapso sea irreversible.

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