El pasado fin de semana conocíamos el fallo del Poder Judicial en Ayacucho que determinó absolver a Adriano Pozo, por el delito de violación sexual y feminicidio en grado de tentativa, luego de más de dos años de audiencias.
Adriano Pozo, quien se hizo famoso por un video que dio la vuelta al mundo, donde se puede observar cómo es que arrastra a Arlette Contreras por el suelo, con lo que se demuestra el salvajismo del sujeto, que de haber estado solos, quizás hubiera sido peor.
Arlette Contreras está en el suelo y trata de escapar, pero Adriano Pozo la toma de los cabellos y la arrastra para llevarla hasta la habitación 204, donde intenta asfixiarla. Él está desnudo, se muestra violento y no le importan los testigos ni las cámaras.
Pero eso no bastó a los jueces Karina Vargas Béjar y Rubén Zegarra Huayhua, de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, quienes sustentan su fallo en la falta de pruebas, el tercer miembro de la sala, el juez Alfredo Barrientos Espillco, considera que existen elementos suficientes para que Pozo sea declarado culpable de intento de violación, tal como justifica en su voto en discordia.
Ell Ministerio Público solicitó 19 años de prisión para Adriano Pozo (5 por tentativa de violación y 14 por tentativa de feminicidio). También se pedía que pague una reparación civil de S/500 mil por daño moral y “daño emergente”.
Al conocer la decisión de los jueces las críticas, casi en su totalidad en contra del fallo, vinieron de todos lados y es que parece que para estos magistrados, recién cuando sucede un asesinato se puede determinar sanción a los agresores.
Un caso más que queda impune, endurecer penas a quienes ataquen a mujeres, no sirve de mucho para que se hagan efectivos en nuestro país. Y así, uno que da una cachetada en cuatro paredes jamás podrá ser sancionado por falta de pruebas. Así estamos, sólo muertas seremos escuchadas. #NiUnaMenos.