La voz del editor

Por: Lenin Quevedo Bardález

 

Es así. En esta campaña política empiezan a encenderse los ánimos en torno a los intereses que manejan los militantes de los partidos políticos.

Para los fujimoristas, los peruposibilistas son de lo peor, los apristas se sienten atacados desde todas las esquinas y afirman además que todo el mundo los odia, los peruposibilistas sienten que son la reserva moral de un país sin reservas morales en la política, y todos proclaman al viento su claridad de pensamiento para llevar al país adelante.

Pero… quiénes son sus líderes. En el caso de Alan García es harto conocido su apetito… por la buena vida, el que le ha llevado incluso a señalarle a un periodista como Bayli que cuando estás en el gobierno “la plata llega sola”. Ahora, resulta sospechoso cuando menos que sean las empresas que tuvo como aliadas en el gobierno las que justamente le pagaran los riquísimos montos por sus magistrales clases.

El líder del fujimorismo se encuentra encarcelado por la cleptocracia existente durante su gobierno y por delitos de lesa humanidad. Hoy quiere apelar a los valores humanos de Humala para conseguir la gracia presidencial, humanidad que él mismo no puso en práctica.

¿Y de Toledo? El presidente que mandó a convertir Palacio de Gobierno en un hotel de lujo con cinco millones de todos los peruanos, que gastó el dinero del país en whisky etiqueta azul y sobre todo, se comprometió con el FMI a no elevar los presupuestos en salud y educación, causando un grave retraso al país en esas materias, mientras nos condenaba a esperar el chorreo con su mediocre 5% de aprobación.