En la segunda semifinal, en el Clásico del Pacífico, los de Gareca dieron el batacazo. No sólo en el resultado sino también en rendimiento. Jugaron, por lejos, su mejor partido en la competición. No sólo supieron defender como lo hicieron ante Uruguay, sino que atacaron y se aprovecharon de un Chile al que se notó fatigado física y psicológicamente.
Nunca estuvo cómodo en el partido la selección de Reinaldo Rueda. Problemas por ambos laterales y poca contención alrededor del círculo central fueron déficits muy marcados. También la falta de efectividad, aunque en esto tuvo más que ver la gran noche de Gallese y la aparición de un palo para negarle el descuento a Vargas. Y acá nada tuvo que ver el VAR. Fueron los del Tigre los que tuvieron menos la pelota pera la administraron mejor y fueron precisos para golpear en los momentos justos (el segundo, gracias a una pésima salida de Arias)…
Será Chile, en definitiva, el mejor rival que le podía tocar a Scaloni y sus muchachos. Hay cuentas pendientes. Y para Perú, en cambio, será la chance histórica de buscar un Maracanazo el domingo en la final soñada ante Brasil. Los muchachos de Gareca tienen con qué soñar, siempre y cuando no haya arbitrajes sospechosos. Los títulos de 1939 y 1975 esperan que se sume una nueva estrella. ¿Podrán ante la Verdeamarela?