Por: Christian Marquina
Director de la Casa de la Cultura – Tarapoto
Los recientes acontecimientos de protesta pacífica en Lima -que han devenido lamentablemente en violencia- contra los brutales espectáculos de corridas de toros son parte de una corriente más grande que vemos ir “in crescendo” desde hace algunos años en todo el mundo y que nos indican una mayor concientización de las multitudes hacia aspectos que hasta hace pocos años eran más ignorados o no se les prestaba la debida atención como el hecho perenne del maltrato consentido a los animales especialmente en estos espectáculos “más propios de demonios que de hombres”.
Como lo recuerda siempre –y hasta se diría que la ha hecho su frase emblema- mi amigo el gran activista Leonardo Anselmi refiriéndose a aquella genial frase de Victor Hugo: “NO HAY NADA MÁSPODEROSOS QUE UNA IDEA A LA QUE LE HA LLEGADO SU TIEMPO”; en efecto parece que esta idea de la protección a los animales ya ha madurado y ha “agarrado cuerpo” en la conciencia colectiva de la humanidad.
Muchos líderes mundiales y grandes personalidades (además por supuesto de una buena parte de la humanidad) por ejemplo ya se suman a una vida más natural alejada de cualquier tipo de violencia contra los animales (son vegetarianos, veganos, naturistas, activistas en contra de la moda de pieles de animales, etc.) mencionar nombres como Paul Mc. Cartney o Bill Gates es menos que la punta de un gran “iceberg” ecologista y animalista mundial.
Nos recuerda el Dr. David Juan Ferriz Olivares que la CULTURA es entre otras acepciones: “La formación del hombre, su mejoramiento y perfeccionamiento”; ante esto nos preguntamos ¿En qué forma, mejora y perfecciona al hombre, al niño a las personas, la violencia extrema de estos espectáculos sangrientos, máxime si sabemos los daños emocionales y psicológicos que acarrean al alma de los niños ya demostrados por la ciencia moderna?
Otro aspecto a notar de las corridas es que siempre se busca ligarlas con las tradiciones religiosas, por ejemplo la famosa fiesta del Señor de los Milagros: una muestra más de la incoherencia e ignorancia brutal de buena parte de la colectividad y sus dirigentes si tomamos en cuenta que estos espectáculos han sido hace mucho tiempo CONDENADOS por los altos representantes de la iglesia católica como el Papa y Santo Pío V quien publicó un documento oficial que entre otras cosas dice:
“LAS EXHIBICIONES DE ANIMALES O TOROS QUE SON TORTURADOS SON CONTRARIAS A LOS DEBERES CRISTIANOS Y A LA PIEDAD…DESEANDO QUE ESTOS ESPECTÁCULOS TAN TORPES Y CRUENTOS, MÁS DE DEMONIOS QUE DE HOMBRES, QUEDEN ABOLIDOS EN LOS PUEBLOS CRISTIANOS, LOS PROHIBIMOS BAJO PENA DE EXCOMUNIÓN EN LA QUE INCURRIRÁ AQUEL QUE PERMITA ESTAS FIESTAS DE TOROS”
¡¡Maravillosa frase de un Papa con sentido natural (no desnaturalizado) de verdadero humanismo!!…Fijémonos que inicia diciendo “ANIMALES O toros…Esto nos lleva a extendernos a actos SUB y PSEUDO culturales contra otros animales como por ejemplo la demoníaca fiesta amazónica del “PATO TIPINA” o la TORTURA Y MATANZA DE CIENTOS DE GATOS EN CAÑETE o las PELEAS DE GALLOS, PERROS, OSOS, y etc. espectáculos que abusan de los animales en todo el mundo. También los brutales CIRCOS con tigres, leones, osos, elefantes, encerrados en una vida totalmente alienada y torturada.
Buscando entender un poco el por qué se ha llegado desde hace algunos siglos a este estado de atraso cultural y mental que hace a ciertos individuos disfrutar de estos actos, encontramos al ABURRIMIENTO POR IGNORANCIA EXISTENCIAL, PEREZA MENTAL, PASIVIDAD Y CONCEPCIÓN ESTRECHA de la vida como causas de este estado antinatural de violencia colectiva. Cómo bien lo señala el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière:
“Se tomaba la precaución en España de que antes de llevar a usted a una gran corrida lo hacían beber copiosamente y le invitaban a comer grandes raciones de carne a fin de soportar el espectáculo de una corrida de toros. Nunca un español podría “apreciar” tan bien el espectáculo, como teniendo una botella de vino en su mano; el placer de presenciar la muerte del animal es, pues, un estado de desequilibrio de estos pobres “aficionados” a las corridas de toros. Al no poder resistir la estupidez de sus contemporáneos el hombre tiene evidentemente la necesidad de animalizarse absorbiendo una alimentación de carnes y tiene que buscar escapar al aburrimiento mediante la bebidas y los estupefacientes, para no reaccionar fuertemente contra el rumbo de toda la humanidad actual.”
Mientras tanto no nos queda sino trabajar paciente y constantemente para que pronto llegue ese venturoso día a partir del cual se cumpla la “profesía” del Dr. Serge Raynaud de la Ferrière: “La tauromaquia desaparecerá como todas las prácticas de los tiempos pasados conservadas por algunos fanáticos.”