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miércoles, mayo 1, 2024

MAGISTERIO DIVIDIDO DERECHO ECONÓMICO PERDIDO

Me pregunto si le importa la deuda social del magisterio a las dos dirigencias de los sindicatos de los maestros. ¿Le importa al Sute de Patria Roja?; ¿Le importa al Sute regional de Pedro Castillo? Lástima que tenemos que hablar de dos dirigencias que en estos últimos años se vieron mucho más en permanente enfrentamiento que luchar por el justo derecho de los maestros, mientras los funcionarios gubernamentales regionales y nacionales, le iban botando permanentemente al olvido del archivo esta justa reivindicación económica.

Si la pandemia paralizó las actividades sociales, se paralizó también las luchas en pro de la reivindicación de esta deuda que ya se convirtió en histórica y que a pesar de estar amparado a través de leyes de reconocimiento, no hay respuesta para que este trámite se canalice y llegue al bolsillo de miles de maestros. Esto cada día va haciéndose utópico; cada día va haciéndose lejano; cada día siembra repudio e indignación.

La realidad social y pedagógica del maestro seguirá siendo igual así de golpeada, marginada y humillada porque no hay el sustento básico de un buen sistema desde arriba: desde los poderes ejecutivo y legislativo, para que desde ese enfoque normativo se le reconozca al maestro por su preparación profesional como tal que trabaja amoldando actitudes y capacidades mentales en el educando. Esto la sociedad de nuestro entorno que tenemos no sabe reconocer, muy por el contrario despotrica contra la vida formativa del maestro.

Pronto seremos testigos una vez más del desfile de muchos aspirantes al poder ejecutivo y legislativo. En estos dos poderes se juega la suerte de la educación en el país; en estos dos poderes se juega el prestigio social y económico de los maestros; en estos dos poderes se juega el presente y futuro de millones de niños y adolescentes. Usted maestro, no debes dar ya tu voto a ningún candidato. Está claramente comprobado que todas las clases gubernamentales nacionales y regionales, no solamente no fueron capaces de cumplir lo que ofrecieron, sino le llevaron por otros cauces al sistema educativo peruano comprometiendo al Ministerio de Educación con normativas pedagógicas rígidas que va paulatinamente en camino a ser administrada por grandes monopolios millonarios a su libre albedrío.

Por eso el Minedu nunca se atreve hablar de sueldos dignos a los maestros y nunca se atreve hablar de la deuda social de los mismos, mucho menos lo harán las filiales subalternas como las DREs y las UGEls, que no son agentes operativos en lo económico más que en la parte administrativa. Todo lo contrario al gobierno regional, que sí es una instancia institucional operativa en la parte económica tanto de lo que recibe de parte del Gobierno Central y de lo que administra sus propios recursos.

Ahora tanto el gobierno central y los gobiernos regionales observan nuestra agonía como sociedad marginada; observan al magisterio como clase humillada, porque la prioridad que tienen estos sistemas de gobierno nacionales y regionales, es por los grandes proyectos millonarios en obras de bien material, que ni siquiera esto en algunos casos se va por el cauce de la administración justa y correcta, sino por situaciones nada transparentes que cuando terminan el mandato, muchos funcionarios se ven comprometidos en situaciones judiciales.

El caso de las tablets que el gobierno central ofreció a los estudiantes de menos recursos económicos, quedó solamente en ofrecimiento. Fueron varias promesas, el siguiente ofrecimiento es para el mes de octubre. Que se cumpla o no este ofrecimiento, no sacia para nada el aprendizaje pedagógico de ese niño y adolescente, porque éstos requieren otra base justa como sociedad económica para ser atendida, que si no se sacia primero las necesidades económicas de las clases pobres y en extrema pobreza, siempre será un saludo hipócrita a la bandera. No podemos darle una máquina a un estudiante por más moderna que sea, si primero no se ha trabajado la máquina mental de ese niño.

Si frente a esta realidad lapidaria de la clase gobernante que tenemos, se abona mucho más la continua división de los maestros a través de sindicatos que miran solamente sus propios intereses económicos, importándoles poco o nada la necesidad económica de miles y millones de maestros que siguen esperando el derecho económico, ya con la paciencia agotada.

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