En abril del 2014, el cuerpo de Fiorella Vásquez Pinchi fue encontrado en medio de un pastizal cerca del centro poblado menor Santa Rosa de Cumbaza, presentaba orificios de bala a la altura del corazón, pero lo más impactante de este hecho, fue que el homicida era pareja de la joven y después de asesinarla, abandonó al hijo de la mujer de tan solo 9 meses junto al cadáver. Los integrantes de la junta vecinal de la zona escucharon los gritos desgarradores del menor a quien encontraron impregnado de hormigas.
Los abuelos maternos quedaron a cargo del menor, hoy después de 6 años se conoció que María Pinchi Sangama, abuela del niño, perdió a su esposo e hijo a consecuencia del Covid 19 y ayer por la mañana fue sorprendida por las integrantes del colectivo Manos Unidas, que llegaron hasta su vivienda a brindarle apoyo.
Maria Pinchi Sangama señaló que el caso de su hija quedó en nada a raíz de la muerte de su otro hijo, quien se encargaba de ver todo el proceso, por lo que solicita a las autoridades justicia para Fiorella Vásquez. “La muerte de mi hija no puede quedar impune, ya pasaron tantos años, no entiendo que esperan las autoridades para que el asesino pague por lo que hizo”, sentenció Pinchi Sangama.
Por su parte, Mirian Pinchi Daza, presidenta de Manos Unidas, recalcó que diciembre es un mes ideal para ayudar a los más necesitados. “Hoy visitamos a la abuelita Maria Pinchi porque supimos las dos pérdidas que tuvo durante la pandemia, por lo que su sufrimiento por no encontrar justicia para su hija se agudiza cada día más, por ello, pido a las autoridades atención en este caso y solicito a toda la población que nos sigan apoyando para poder llevar alegría a más hogares”, sostuvo Pinchi Daza.
Maria Pinchi Sangama vive sola con sus nietos y recibe apoyo de los vecinos y de algunos familiares. Las personas que deseen apoyar pueden acercarse al jirón Lamas Nº 498, sector Bernabé Guridi. (Karina Roncal)
Texto de Imagen: Abuelos maternos reciben apoyo de manos unidas