25.8 C
Tarapoto
jueves, mayo 2, 2024

EL 2021 NOS ESPERA Pero para disfrutarlo seamos responsables, FELIZ AÑO NUEVO

La vida es un instante entre dos eternidades, una genial frase de Santa Teresa para explicar con profundidad el tema existencial del hombre, tiene hoy plena y absoluta vigencia en momentos de tantas interrogantes e incertidumbre sobre los caminos confiables a recorrer para asegurar nuestra supervivencia. Siempre fue así, nunca fue fácil. Por eso hay hechos que marcan la búsqueda de ese camino.

A pocas horas del advenimiento de un nuevo año queremos fijarnos en un punto de ese instante: 30 de setiembre del 2005, jirón Pedro de Urzúa, Tarapoto. Ese día se escucharon VOCES llenas de júbilo, una gran obra iniciaba su rumbo. Quince años después está entre nosotros, recobrando el brío y vigor como en sus mejores tiempos. El diario VOCES va para adelante, conservando la mística periodística de su imperecedero fundador, Julio Quevedo Chávez.

Nos permitimos esta referencia porque nos muestra a cabalidad que a pesar de la situación crítica a la que nos llevó la pandemia del COVID-19 y el vaivén insensible e incapacidad de políticos y gobernantes, todos tenemos poder de resiliencia, esa capacidad de reinventarnos y superar las más duras circunstancias que se nos presente.

Y aquí vamos, entrañables lectores, renacemos junto a ustedes, con el favor de ustedes, con el acompañamiento de ustedes. Julio no se equivocó al confiar en su gente, no en los que hacemos este diario, sino en ustedes. Vivió, trabajó, se esforzó y transitó ese instante entre dos eternidades, para dejar un legado que ahora, junto a ustedes, lo honramos y lo llevamos cual antorcha en una olimpiada para preservar su luz.

Cuando miramos los rostros de angustia y desesperación, de temor indescriptible frente al mal invisible, ese virus asesino, esa COVID indeseable, que sometía a sufrimientos inenarrables a tantos prójimos, amigos y familiares, los periodistas nos sentimos impotentes, invadidos por la tristeza y el dolor, pero sabíamos que debíamos seguir. Pero a ese dolor se sumaba también la rabia, la indignación, al ver la insensibilidad de quienes tenían que asumir responsabilidades desde sus cargos públicos o negocios privados, más aún cuando nos enterábamos de claros casos de corrupción o mezquinos actos de angurria.

En medio de tanta desolación, también nos encontramos con hechos virtuosos, como la abnegada misión de nuestros médicos, de nuestras enfermeras, de los trabajadores de la salud, que nos devolvieron tantas vidas. Las palmas también se las lleva nuestra gente, su actitud solidaria, esa suma de esfuerzos para darnos oxígeno, esa medicina escasa que debía ser preocupación de nuestros gobernantes de turno pero que no fueron capaces de suministrarnos y simplemente mentían para evadir su responsabilidad y se regresaban a Lima a decir a sus medios favoritos que todo andaba bien.

Hoy, que el 2020 se cierra en el almanaque, bueno es reflexionar y así como aplaudimos la solidaridad de nuestra gente, también tenemos que decirle que no borren con el codo de la indiferencia e irresponsabilidad lo que hicieron con la mano dadivosa y llena de bondad. Cuidémonos y cuidemos a los que amamos. Seguimos en pandemia, hay rebrote del mal, el virus sigue aquí, nos amenaza, no lo desafiemos por un rato de diversión.

El 2021 nos espera y Dios quiera que más años también, pero mucho dependerá de nosotros disfrutar de lo que nos queda en ese Instante Entre Dos Eternidades. Feliz Año Nuevo, queridos lectores. Con humildad: ¡¡¡Gracias!!!

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,543FansMe gusta
280SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos