I
Quiero mirar el país…
Con tus propios ojos;
Quiero sentir el país…
Con tus propios
Sentimientos;
Somos millones de ojos
Somos millones
De sentimientos;
Debo mirar una solo cosa:
Trozos de vida
Que van quedando sin alma;
Debo sentir una sola cosa:
La dulzura de amar
sin recompensa.
II
La mañana llora
El desvelo de la noche;
El día corre
A esconderse que mis ojos
Capturen su dolor;
Llega la noche:
– ¿Qué te pasó?
–Le pregunta mis ojos,
Quería mirarte
Como siempre te veo;
Quería sentirte
Como siempre te siento.
A mí me sientes
Pero no me ves
–Le responde
La noche…
El día se deja mirar,
Se deja sentir.
Si, tienes razón
–Le responde
Mis ojos…solo que el día
Se esconde de mí,
Porque piensa
Que le voy a
Mirar como los demás:
Con hipocresía.
III
Lo que no espera
Más el país:
Que le mires de la manera
Cómo le estás mirando…
Lo que no espera
Más el país:
Que le sientes de la manera
Cómo le estás sintiendo.
IV
¿Cómo lo miras tú
¿A tu propio país?
–Me pregunta
Mis ojos.
Le respondo:
Sin codicia, sin egoísmo.
Si esto le preguntarías
A los candidatos
-Reflexiona mis ojos-
Seguro que responderían
Igual:
Sin codicia, sin egoísmo.
Ellos saben –reflexiona
Mis ojos,
Que esto es mentira:
Siempre van a mirar
Con codicia,
Siempre van a mirar
Con egoísmo,
Sobre todo, siempre
Van a traficar contra
El pueblo,
Cuando vuelan del
Llano al poder.
V
Te figuras tú, el país
Gobernado por una clase
Política que nace del
Magisterio –dice
Mis ojos,
Siempre pensativo,
Porque el día
Le es escurridizo;
Te figuras tú
–Continúa la plática
De mi ojos-, que el país,
En América Latina
Sería el ejemplo,
Porque empezaría a cambiar
El manejo productivo
De los bienes y leyes,
La distribución de la riqueza
Económica a los sectores
Que necesitan más,
Sobre todo,
La palabra maestro,
Sería un gran honor:
Bien pagado
Pero bien preparado.
VI
Otra noche más se fue,
Otro día más se fue.
Los días se acaban,
Vienen y se van;
Solo miro el día
Que se va acabando,
Solo miro la sombra
De un día que fue.
–Resentido
Mis ojos se expresan
De esta manera:
No vuelvas más
Bendita noche
Que no te dejas ver;
No vuelvas más
Bendito día
Que no te dejas sentir.
VII
Las noches deben
Volverse diáfanas;
Los días radiantes de paz,
Envueltos en mi regazo.