“Lo importante no es solamente enseñar algo a un niño; es formar su espíritu para la observación y la reflexión, la crítica en la investigación y el amor a la verdad…Formemos espíritus aptos a la síntesis. Los espíritus analíticos, estrechos y pequeños, especialistas en sus trabajos minuciosos y silentes, son numerosos y su época en parte está vencida. La Nueva Era, que se destacará por la investigación sintética, tendrá necesidad de espíritus amplios, fuertes, capaces de comprender un sistema en su conjunto, y esta posibilidad cuenta mucho en la formación del carácter durante la niñez.”
Estos luminosos pensamientos –entre otros- propuestos en 1948 por el Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière dan los lineamientos para conducir a la educación, y más aún, a la FORMACIÓN (estado superior del proceso educativo: información-ilustración- educación- formación) hacia las cumbres de las realizaciones del SER que es la finalidad de una Vida Superior, es decir una vida con trascendencia.
Es por ello que –al estar basados íntegramente en estos ideales- los CONGRESOS MUNDIALES PARA EL TALENTO DE LA NIÑEZ de la Fundación ELIC- Escuelas Libres de Investigación Científica para Niños constituyen por antonomasia, una dimensión más elevada en lo que a congresos de educación se refiere y esto, en “esencia y sustancia”, por la visión, misión, vida, forma y pensamiento que los conforman, tanto al congreso como a las personas que lo organizan y a quienes participan (expositores, coordinadores, y público asistente).
Este nivel de educación y formación es SUMAMENTE importante hoy en día puesto que URGE desarrollar plenamente los potenciales de la niñez para CONTRUIR un mundo más equilibrado, unido por la comprensión y sabiduría ya que aún en estos años vivimos tiempos tan cruciales en los que el mundo entero ¡ay! SIGUE CORRIENDO PELIGRO de su destrucción total a manos de mentalidades tan siniestras como las que inspiraron a Gabriel García Márquez en 1986 su folleto “El Cataclismo de Damocles” y del cual cito aquí un extracto:
“Hoy, seis de agosto de 1986, existen en el mundo más de cincuenta mil ojivas nucleares emplazadas. En términos caseros, esto quiere decir que cada ser humano, sin excluir a los niños, está sentado en un barril con unas cuatro toneladas de dinamita, cuya explosión total puede eliminar doce veces todo rastro de vida en la Tierra. La potencia de aniquilación de esta amenaza colosal, que pende sobre nuestras cabezas como un cataclismo de Damocles, plantea la posibilidad teórica de inutilizar cuatro planetas más de los que giran alrededor del Sol, y de influir en el equilibrio del sistema solar. Ninguna ciencia, ningún arte, ninguna industria se ha doblado a sí misma tantas veces como la industria nuclear desde su origen, hace cuarenta y un años, ni ninguna otra creación del ingenio humano ha tenido nunca tanto poder de determinación sobre el destino del mundo”.
Esta terrible realidad del “talento” mal aplicado nos recuerda refleja perfectamente aquello que expresan nuestros queridos Maestros V.S.A. Contadora María Nilda Cerf Arbulú y V.S.A. Matemático José Miguel Esborronda Andrade (máximos directivos de la Fundación ELIC):
“Las grandes soluciones y los grandes problemas de la humanidad provienen de seres cuya inteligencia ha sido bien o mal aplicada; ello depende en gran medida de su formación durante la niñez”.
Ello también nos conduce inmediatamente a ACLARAR el concepto de Talento al cual nos acogemos en la Fundación ELIC y por lo tanto en sus Congresos Mundiales para el Talento de la Niñez, diferenciándolo del sentido común que lo confunde con la superdotación, para lo cual citamos a los Maestros antes mencionados:
“Primeramente es necesario establecer la diferencia entre talento y superdotación…El talento se muestra cuando el ser humano encuentra la vía para unir su potencial con las necesidades de los demás; con la sociedad y el mundo que le rodea. La ‘superdotación’ sólo se refiere a una cualidad muy superior a la media que un niño o niña puede tener en cualquier área y que destaca en manera particular. Un niño puede ser superdotado y no talentoso si no tiene la posibilidad o la voluntad de dar un sentido de trascendencia social a dicha capacidad.”. (Libro: “Educación para el Talento y la Paz”).
De ahí que, desde el año 1999, la Fundación ELIC organiza bianualmente el “Congreso Mundial para el Talento de la Niñez”, el cual tiene como objetivo reunir a investigadores destacados, profesionales y exponentes de la educación y formación de la niñez de América y el mundo, para dar a conocer la vanguardia internacional en adelantos didácticos, educativos y científicos. Los anteriores Congresos han sido realizados en Venezuela, México, Argentina, Ecuador, Chile, Perú y Colombia, Bolivia, El Salvador, Y DEL 19 AL 23 DE ABRIL DEL 2022 AÑO EN PANAMÁ (también en modalidad “ON LINE”).
Los participantes del evento, en su mayoría docentes, tienen la oportunidad de capacitarse y actualizarse desde el punto de vista metodológico haciendo énfasis en el aspecto formativo que, además de enseñar destrezas a la niñez, se les transmite la necesidad vital de aplicarlas para el bien de los demás y el ambiente que los rodea; y es precisamente en esta experiencia –repetimos- donde surge el Talento, el mismo que permitirá a los niños crecer en un ambiente caracterizado por el desarrollo auténtico de sus potencialidades, y de esta manera aportar sustantivamente y en forma concreta a la transformación de la sociedad. (Informes e inscripciones en: www.elicnet.org).