MÁS DE SIETE AÑOS SIN QUE LA OBRA CULMINE
UN MONUMENTO A LA INCOMPETENCIA
La Institución Educativa Abraham Cárdenas Ruiz de la provincia de Bellavista debía ser una de las mejores infraestructuras educativas en la región San Martín; pero, a más de siete años de haberse iniciado los trabajos de remodelación de su infraestructura, a la fecha sigue siendo un monumento a la incompetencia. Nada ha cambiado desde que a finales del 2014 se iniciaran las obras a través del Programa Nacional de Infraestructura – PRONIED, el proyecto contemplaba la remodelación de su construcción, obras que a la fecha no se concluyen.
El responsable de esta nota llegó al lugar donde se debían estar desarrollando los trabajos, comprobando un panorama totalmente preocupante.
Una infraestructura en pésimas condiciones, un mini coliseo con tribunas en malas condiciones, sin acabarse, con un techo aparentemente firme pero lleno de agujeros que filtra el agua de lluvia deteriorando materiales de construcción a punto de perderse, con graderías inconclusas, una losa deportiva que es un verdadero foco infeccioso.
Para elaborar la presente crónica, hicimos el recorrido con el señor Paito Sangama, presidente del Comité de Fiscalización del emblemático colegio, nos mostró un área que debía ser la piscina semiolímpica llena de agua sucia, convertida en criadero de zancudos, sapos y renacuajos.
Más hallá se encuentra la pista atlética que cumple con estándares internacionales, perdiéndose entre la maleza, graderías que se deterioran, servicios higiénicos que nunca han sido utilizados, por donde se recorre el panorama es desolador, convertido en un monumento a la incompetencia.
Un cúmulo de mobiliarios educativos arrinconado en espacios inadecuados, expuestos a las inclemencias del clima, sillas y mesas deteriorándose por su inadecuado almacenamiento.
Nuestra visita al colegio coincidía con la de funcionarios del PRONIED Lima y de la Zonal San Martín – Tarapoto, ellos en una reunión con representantes de la contratista, Consorcio Educativo San Martín, residente, supervisor, director del colegio, representantes de la APAFA, subprefecto recorriendo el plantel.
Intentamos dialogar con los funcionarios del PRONIED San Martín, y representantes del Consorcio Educativo San Martín, para recabar sus declaraciones, a lo que se negaron, por el contrario, la salida de los funcionarios fue rauda, mientras que los señores de la contratista optaron por refugiarse en los interiores, sin dar explicación sobre el estado de la obra.
Los funcionarios decidieron no dar la cara, solo los integrantes de la APAFA del colegio se manifestaron, afirmando que no permitirán que el plazo de construcción se siga prolongando. Para tener su opinión, VOCES intentó dialogar con los encargados de la PRONIED Zonal San Martín, al cierre de la nota, los funcionarios optaron por el silencio, actitud que genera mayor preocupación por lo que sucede en la institución educativa de Bellavista.
Han pasado casi de ocho años y las obras no se culminan; pobladores y padres de familia nos comentaron que han sido tres consorcios a quienes se les han rescindido el contrato por las demoras y el ritmo lento de trabajo.
En este ir y venir en el tiempo, lo que más ha resaltado son las ejecuciones de saldos de obra.
Los silencios siembran mayores dudas, generando sospechas, entonces la pregunta cae sola. ¿Cuál es la verdad? ¿Cuál es la situación o estado de la obra?, La Dirección Regional de Educación, La Contraloría General de la República y todas las instituciones involucradas, ¿Por qué no sinceran el estado de la obra?
Lo cierto es que los retrasos comienzan a generar estragos. Este espacio de casi 10 hectáreas, hoy es un foco infeccioso, materiales de construcción se malogran y como si nada, abandonados en la intemperie y lo más grave, una gran cantidad de mobiliario educativo se pierde ante la vista y paciencia de las empresas que han pasado por este proyecto.
Mientras tanto, en todos los niveles se comenta de la vuelta a clases, de las clases simipresenciales para los alumnos del Colegio Abraham Cárdenas Ruiz es un deseo lejano y una burla a sus deseos de superación. Por: César Gonzaga.