Por: Karina Roncal
Siempre nos hemos relacionado por grupos: familiares, laborales, sentimentales, etc. En una red social los individuos están interconectados, interactúan y pueden tener más de un tipo de relación entre ellos.
A partir de ello nace “La Teoría de los Seis Grados de Separación”, que afirma que cada individuo del planeta está conectado con el resto. Esta relación se basa en una cadena de conocidos que no supera las 6 personas. La teoría indica que cada individuo conoce a una media de 100 personas, si estas 100 personas difunden un mensaje a todos sus conocidos podemos transmitir información a 10.000 individuos fácilmente. Con la llegada de internet y las redes sociales, la teoría de los seis grados de separación ha recobrado fuerza.
En la actualidad, el análisis de las redes sociales se ha convertido en un método de estudio en ciencias como la antropología o la sociología. Internet y las nuevas tecnologías favorecen el desarrollo y ampliación de las redes sociales. Es por ello que se ha vuelto una herramienta primordial en el proceso electoral por ejecutarse en Octubre 2014. No es extraño que entre nuestras solicitudes de amistad esté en lista el candidato que se va a la reelección, el candidato que es cara nueva en la política o un grupo político que apuesta por los jóvenes. Y ….¿Por qué ahora quieren ser tus amigos? ¿Por qué ahora quieren formar parte tu red social?. Simple, no eres tú, son tus amigos, según cuántos amigos tengas y qué amigos tengas, es lo que motiva a un partido o candidato político a querer pertenecer a tu red social, pues tú eres un potencial para interconectar sus ideas y conseguir votos.
El auge constante de los medios electrónicos y las redes sociales, se ha convertido en un aliado para los candidatos a las alcaldías y a la presidencia regional. Sin embargo, el efecto positivo de los medios electrónicos también se han convertido en espacios perfectos para la guerra sucia, donde los operadores políticos utilizan estos medios para desprestigiar a sus contendores políticos.
Una de las prácticas más visibles de la guerra sucia, es la creación de falsas cuentas de Facebook, en el que se generan información ficticia sobre otra persona para desprestigiarla, atacarla y en otros casos utilizan estas cuentas para vender su imagen política, quedando como el “buen samaritano” o “los ángeles políticos”.
En ambos casos, la información no es verdadera, son cuentas creadas por terceros o por los mismos personajes políticos que buscan lograr un objetivo, desprestigiar a su rival o vender una imagen angelical a la población activa votante.
El escenario político no parece ser muy alentador, pues a través de las redes sociales se pretende interferir en el proceso electoral y el debate político, pero de manera descalificadora y hasta antiética.
El objetivo es sin duda obtener seguidores, establecer canales de comunicación con los usuarios para fortalecer las relaciones con los candidatos y crear lealtad hacia los mismos.
Durante las campañas se llevan a cabo estrategias y tácticas en redes sociales buscando llegar a los ciudadanos, a sus simpatizantes y a los indecisos. Anteriormente los mensajes eran de carácter video-político (televisión) y aplicados a los medios convencionales (radio, prensa). Estos eran directos y unidireccionales, pero las redes sociales han permitido generar un nuevo paradigma basado en la construcción colectiva que en vez de ser creado por los candidatos y simplemente consumido por los ciudadanos, son construidos de manera conjunta formando así una narrativa pública.
Las campañas tomaron en cuenta estos factores y crearon campañas creadas en base a imágenes para poder llamar rápidamente la atención y generar respuestas casi inmediatas. La inmediatez que esto proporciona también forma parte del fenómeno sociopolítico que estamos viviendo en este proceso electoral, saber qué acontece en la vida de los candidatos y de esa manera es publicado de manera casi inmediata. Esto hace que haya información mucho mayor, a diferencia si sólo tuviéramos acceso a los medios tradicionales.
Sin duda las redes sociales juegan un papel muy importante en nuestras vidas al mantenernos en constante interacción con los demás usuarios que pertenecen a nuestra red. Según un estudio realizado por la empresa de Arellano, “Los cibernautas peruanos acceden a las redes sociales entre 6 y 7 veces por semana en promedio”. Y según la Encuesta Nacional del Consumidor Peruano 2013, el 33% de peruanos visita las redes sociales una vez al día, el 27% de 2 a 6 veces por semana, el 21% más de una vez al día y el 12% una vez a la semana.
Entonces, señores candidatos, tienen un mercado en dónde trabajar, un mercado potencial, pero según cómo dirijan sus estrategias es que “cosecharán lo que han sembrado”.
Yo no, pero mi red social sí puede decidir quién gana en Octubre 2014.