Javier Zúñiga, analista económico y docente universitario, sostuvo que los importadores de combustibles y alimentos estarían especulando con los precios de esos productos, al considerar que el tipo de cambio ha venido bajando desde el 14 de enero. Señaló que el Gobierno debería presionar a los importadores para sincerar sus precios y no reducir los impuestos por ser perjudiciales al Estado.
“Yo pienso que los importadores no están pasando al consumidor final el verdadero precio y siguen argumentando la típica de siempre, que he comprado este producto alto y tengo que venderlo a ese nivel. El tipo de cambio viene bajando desde el 14 de enero y estamos en abril y por tanto ellos ya empezaron a importar con ese tipo de cambio de 3.65 y eso tienen que trasladarlo al consumidor. Talvez Indecopi tiene que presionar para pasar eso a los precios”, dijo.
Sostuvo, en declaraciones a Red de Comunicación Regional, que el Gobierno debería presionara Repsol y a Petroperú para que, en el momento en que el tipo de cambio esté en 3.63, también baje el precio del combustible. “Ese es otro camino que no está haciendo el Gobierno y deja que los grandes superservicios de gasolina sigan vendiendo elevada, cuando ya lo debería haber comprado a un precio más barato”, indicó.
Explicó que la reducción de los impuestos solo traería una rebaja de alrededor de S/. 1.20 a la gasolina de 90 octanos y de S/. 1.50 la de 84 octanos. “No es un impacto tan grande. El mejor camino es presionar a los importadores de combustible para que el precio baje por el camino del tipo de cambio más que por el camino del impuesto selectivo al consumo. Esto representa entre 250 y 300 millones de soles menos cada mes. El Gobierno tiene más dinero por el precio de los minerales, pero debe presionar para que vendan el combustible al tipo de cambio que está en 3.63”, remarcó
“Yo hubiera seguido el camino de presionar a los importadores para bajar los precios, presionar vía Indecopi, pero el camino de llevar los precios al Congreso no es el camino adecuado porque puede ser una decisión que se quede eternamente y estamos en una economía de libre mercado”, insistió.
Advirtió que la rebaja de impuestos implica alrededor de 250 millones a 300 millones de soles menos para el Gobierno. “La presión política hace que se tomen ese tipo de medidas. Yo hubiera incluido a todas las gasolinas, están dejando fuera los vehículos de 96 y de 97, pero se hace como un paliativo ante un inconveniente generado en el ámbito político. Este tema es por el conflicto Ucrania con Rusia”, afirmó.
“El IGV es otro paliativo que se hace a presión de la población por el incremento de varios alimentos vinculados a los importados. Ahora se debe presionar a los importadores a vender los alimentos al tipo de cambio que corresponde. El ir al Congreso a retirar el Impuesto General a las Ventas a determinados alimentos es llevar el tema inflacionario a un tema político, porque el Congreso va a determinar que se liberen los alimentos y el Gobierno dejaría de recibir ese impuesto”, precisó.