El diario El Comercio, informa sobre el renacer del caucho natural en San Martín.
El domingo 13, el diario El Comercio, d ecano de la prensa nacional, difundió un amplio informe sobre el renacer del cultivo de shiringa en el Bajo Huallaga, para la extracción del látex, su aprovechamiento en la elaboración de ponchos, bolsas, calzado, entre otros usos, y la obtención de ganancias producto de su venta.
Menciona que se ha descubierto a principios del presente año una reserva de 250 hectáreas y aproximadamente 2.500 árboles adultos de la especie shiringa, aptos para la extracción del valioso látex. Este hallazgo fue durante una caminata de rutina de un grupo de hombres de campo, entre los cuales se encontraba Tomás Fasabi, directivo de la asociación Ecobosque de Chazuta.
Las hectáreas encontradas se encuentran en la zona de amortiguamiento del área de conservación regional Cordillera Escalera, razón por la cual los agricultores actúan responsablemente en su aprovechamiento.
“Nuestra propuesta era utilizar los métodos tradicionales por los cuales nuestros ancestros extrajeron el caucho. Recuperar esa técnica después de tanto tiempo fue nuestro reto”, recuerda el experimentado agricultor Julio Saurín Apagueño.
La elaboración de productos se inició con un poncho impermeable, luego vinieron los morrales y otros bolsos; siguieron con suelas de calzado, y el resultado era cada vez más sorprendente, precisa la nota periodística.
El medio capitalino también subraya la intervención del Gobierno Regional de San Martín a través de su unidad ejecutora, el Proyecto Especial Huallaga Central y Bajo Mayo, como ente responsable de administrar Cordillera Escalera, que a través de sus especialistas acompaña a los agricultores en su uso para obtener beneficios económicos.
“Ahora existe un proyecto para fabricar desde preservativos hasta calzado y paraguas, que muchos países tropicales necesitan”, argumenta Elvis Vidaurre, ingeniero y asesor del Proyecto Huallaga, al recalcar que el caucho tiene todas las cualidades para exportarlo.
Con relación a sus consecuencias sociales, el especialista señala que el caucho ha permitido que unas 80 familias de Chazuta abandonen la producción ilegal de hoja de coca y comiencen a vender láminas de hule a fábricas de tuberías y mangueras de Lima.